Inicio Colombia Un mercado que quiere ‘endulzar’ la economía de Córdoba

Un mercado que quiere ‘endulzar’ la economía de Córdoba

Siguiendo como ejemplo el orden, la disciplina y la laboriosidad de las abejas africanizadas, un grupo de al menos 350 familias dedicadas a la apicultura en zona rural de Tierralta, Córdoba, trabajan sin descanso para sacar adelante el que se proyecta como uno de los negocios más prósperos en la región.

En medio de tropiezos, daños ecológicos, ausencia de apoyo estatal y pérdidas económicas los apicultores del Alto Sinú creen que su trabajo podría generar ganancias no solo para ellos, sino para una cadena productiva que aún no ha sido visualizada por el gobierno nacional y regional.

Tan solo este grupo de trabajadores informales produce en un año cerca de 300 toneladas de miel, que logran cubrir el 40 por ciento de la demanda nacional, seguidos del Quindío, Huila, Antioquia y Sucre.

Tienen 10 años en el oficio y aunque no cuentan con la tecnología de punta para el procesamiento, la calidad de la miel que ellos producen es, quizás, la más apetecida por los comercializadores.

Así lo aseguró Oscar Galván, un médico veterinario que encontró en las abejas africanizadas y sus colmenas el gusto principal de su carrera profesional.

«Yo comencé a trabajar con ganado, pero luego me di cuenta del futuro que proyecta la apicultura y por eso he dedicado todo mi empeño a cuidar de estas abejitas«, comenta.

Los apiarios de estos productores están ubicados en bosques primarios, alejados de cualquier tipo de ruido para lograr una reproducción sana de los insectos y que posteriormente puedan realizar el trabajo de polinización y producción de la miel.

«En un ambiente sano, con buen estado de clima y con el cuidado especial que nosotros le damos, podemos tener entre 8 y 10 cosechas al año«, explica Galván.

La miel es envasada en litros que recogen los intermediarios para luego llevar a los laboratorios farmacéuticos y otro tanto para la venta al detal en supermercados.

El trabajo es dispendioso, pero la técnica manual aprendida por sus mayores, les ha permitido a estos hombres y mujeres, guardianes de las abejas, desarrollar una labor en la que han tenido que sortear serias dificultades.

La más reciente objeción fue la muerte de al menos 72 millones de abejas, que al parecer,  sufrieron de intoxicación por la aspersión de agroquímicos en cultivos de arroz en la zona.

El hecho ocurrió el pasado mes de agosto y aunque la Car CVS tomó muestra de los insectos muertos para realizar pruebas, aún se desconocen las verdaderas causas del apicidio.

Lo peor del caso es que en Colombia no existe una regulación para la protección de las abejas y la apicultura

«Lo peor del caso es que en Colombia no existe una regulación para la protección de las abejas y la apicultura, entonces no tenemos dolientes y la inversión que hicimos para levantar nuestras colmenas se perdió sin que podamos recuperarnos«, agregó Oscar Galván.

La muerte masiva de las abejas afectó a 1.200 colmenas situadas en cerca de 7 corregimientos, veredas y caseríos de la zona, donde la principal actividad de trabajo es la producción de miel.

La Alcaldía de Tierralta y la Gobernación de Córdoba; así como el ICA y el Ministerio de Agricultura han hecho acompañamiento de solidaridad, pero los apoyos, incentivos económicos y subsidios al productor, son parte de una cadena de promesas que, a la fecha, no se han cumplido.

Luego de la muerte de los insectos, biólogos e ingenieros forestales de la CVS, señalaron que el daño ecológico es muy alto, por cuanto se altera la productividad de especies vegetales de la zona.

“El valor ecológico de las abejas melíferas como polinizadoras, mantiene el equilibrio en el bosque natural y permite la productividad de todas las especies forestales, frutales y demás vegetación que se encuentra en esa región”, señala un concepto de la CVS.

La Secretaría de Desarrollo Económico de la Gobernación de Córdoba en coordinación con el Comité Apícola Departamental, la Secretaría Nacional de la Cadena y los apicultores cordobeses, realizó un plan de acompañamiento a los afectados en los apiarios, sin ningún tipo de compromiso concreto.

A través de un informe, esa secretaría dijo que la perdida de las colmenas afecta significativamente los programas de sustitución de cultivos ilícitos que se vienen adelantando en el municipio de Tierralta.

De igual forma, señaló que la producción de miel de abeja del presente año, se reducirá en unas 50 toneladas aproximadamente, disminuyendo la participación del departamento de Córdoba en los volúmenes de producción a nivel nacional.

Se hacen necesarias medidas para proteger a las abejas africanizadas

«Se hace imperiosa la financiación de programas apícolas para la producción de la miel, pero también se hacen necesarias medidas para proteger a las abejas africanizadas; esto debe ir acompañado de una política seria que permita prohibir los agroquímicos dañinos, tecnificar la producción y fomentar la investigación para incentivar a más familias al trabajo de la apicultura«, reclama José Hernández, otro de los afectados por la crisis del sector.

CÓRDOBA.