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Urabá libra un duro combate contra plaga del banano

Más de 25.000 personas de unas 700 fincas, equivalentes a cerca de 37.000 hectáreas en Urabá y Magdalena, están siendo adiestradas como un poderoso ejército para impedir la invasión de una plaga que marchita y amarillea las hojas adultas de la planta del banano y el plátano.

La enfermedad que afecta las plantaciones, provocando que las hojas afectadas se doblen por la base de la nervadura central y queden colgadas formando un enruanamiento desolador, es causada por un hongo conocido como Fusarium oxysporum o Raza 4 tropical que habita en el suelo y forma estructuras de resistencia que permiten que sobreviva por más de 30 años.

El hongo ingresa por la raíz a la planta asfixiándola mediante el bloqueo del agua y los nutrientes, que deben ascender naturalmente a las partes superiores, hasta ocasionarle la muerte.

Se propaga, principalmente, por el movimiento de material de siembra a largas o cortas distancias; a través del suelo que se adhiere al calzado de personas, herramientas y vehículos que entran a los cultivos y del agua de escorrentía o de riego que arrastra el hongo de un sitio a otro.

El Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) confirmó la presencia en la Guajira, el pasado 9 de agosto, de este temible invasor. Desde entonces, se prendieron las alarmas buscando contrarrestar su posible expansión.

Emerson Aguirre, presidente encargado de la Asociación de Bananeros de Colombia (Augura), dijo que “lo que estamos viviendo en este momento en Colombia es la situación sanitaria más importante que afecta el banano en el mundo”. Colombia tiene alrededor de 50.000 hectáreas, 15.000 de ellas entre Magdalena y Guajira, y 35.000 en la región Urabá.

El año pasado exportaron 101 millones de cajas por valor de 860 millones de dólares. El gremio bananero genera 25.000 empleos directos en Urabá y 10.000 en Guajira y Magdalena, para un total de 130.000 familias que viven de esta actividad. Según datos de Augura.

Lo que estamos viviendo en este momento en Colombia, con la presencia del Fusarium Raza 4, es la situación sanitaria más importante que afecta el banano en el mundo

¿Cómo aislar el hongo?

Ante esta situación, Augura, ICA, el Ministerio de Agricultura, la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), Agrosavia, Sintrainagro, entre otros gremios se unieron para liderar la tarea de contener, aislar y evitar la propagación del hongo.

Este es reconocido como una gran amenaza para las plantaciones y que podría poner en riesgo, si llegase a presentarse en estas regiones, el comercio del banano hacia exterior, a pesar de que el fruto no se contamina ni se afecta con el hongo.

La idea principal es capacitar a la comunidad en general acerca de qué es el Fusarium, explicarles qué medidas están implementando y cómo las están desarrollando. Este trabajo de capacitación incluye a los trabajadores y productores. El objetivo es buscar la forma de retrasar lo que más se pueda la llegada de la plaga Fusarium Raza 4 Tropical a otras regiones e, incluso, evitar que suceda.

“Aunque la meta es que se pueda contener con el trabajo de todos los actores, en la Guajira”, dijo Gabriel Elejalde, director regional de Augura en Urabá. Precisamente, allí en el extremo norte del país existen 2.400 hectáreas bananeras de las cuales 180 fueron identificadas como infectadas y de estas, en 7 plantaciones fue erradicada la enfermedad.

El trabajo de contención que realizan en esa región, con el ICA como entidad encargada, comprende, entre otras tareas, el cerramiento del terreno con las plantaciones infectadas, erradicación del cultivo y aplicación de los protocolos establecidos para evitar que esta se expanda, por ejemplo, canalizan las aguas para que no se compartan con otros terrenos.

El concepto en cada predio es entrar y salir limpios, así como las herramientas y vehículos que son sometidos a desinfección.

Foto:

Esneyder Gutiérrez.

El reto de Urabá

Entre tanto, en Urabá para alcanzar la meta, dentro de las medidas adoptadas, la tropa defensora está sometiendo a un exhaustivo lavado y desinfección a los pocos vehículos que tienen acceso a las plantaciones y que se denominan esenciales.

Estos son los encargados de recoger la fruta de exportación, la de consumo nacional y los que llevan los insumos necesarios a los campos. Otra decisión, implica también a las personas que deben cumplir con una estricta y cuidadosa higiene.

El concepto en cada predio es que se debe entrar limpio y salir limpio, por eso han creado unas especies de pequeñas piscinas por donde cada persona que ingresa a las plantaciones debe sumergir su calzado y luego pasar por un kiosco en donde todos, y sin excepción, deben dejar su calzado y cambiarlo por botas de caucho, previamente lavadas y desinfectadas luego de cada jornada.

Estas, por ningún motivo, deben salir de la plantación hasta su disposición final. A esto se le suma la maquinaria y los utensilios de trabajo, para garantizar que no se transporte barro, polvo, greda, arcilla o cualquier otra material del suelo en ellos.

Además, para ganar tiempo, vienen trabajando en investigación en el centro de investigación Cenibanano que posee Augura con otros productores bananeros de Urabá y con el apoyo del ente de investigación del Gobierno Nacional.

En ese laboratorio buscan y esperan encontrar en el corto, mediano y largo plazo, alternativas que tienen que ver principalmente con obtener variedades de banano que sean tolerantes o resistentes para que en el caso hipotético de que Fusarium Raza 4 llegue a la región, se tengan otras alternativas diferentes a las de la variedad Cavendish que es la que actualmente se cultiva y exporta al mercado internacional y que resulta ser la atacada por esta plaga.

Sin embargo, los productores también tienen la idea de prepararse para estar al nivel de países como Filipinas que conviven con el Fusarium Raza 4 tropical desde hace más de 10 añoas y aún así son el segundo productor de banano en el mundo.

José Guillermo Rivera Zapata, presidente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Agropecuaria (Sintrainagro), aseguró que el trabajo para evitar la propagación del hongo es de todos los actores, pues no solo está en juego el desarrollo de los empresarios de las fincas, sino el empleo de más de 60.000 familias que dependen económicamente de la producción y la exportación del banano.

Si se acaba el banano se apodere de la región el narcotráfico y los trabajadores terminen en esas bandas produciendo coca. Finalmente, esto generaría mucho más daño a la región y al país

“La preocupación de los trabajadores, que muchos son desplazados del Chocó, de Córdoba y otras regiones, es que si se acaba el banano se apodere de la región el narcotráfico y los trabajadores terminen en esas bandas produciendo coca. Finalmente, esto generaría mucho más daño a la región y al país”, manifestó el líder de Sintrainagro.

El 85 por ciento de la producción del banano en Urabá va al mercado internacional, el resto al mercado nacional. Que es fruta también de la misma condición organoléptica y del mismo sabor, pero que simplemente en su conformación de grosor, largo y de pronto en su apariencia tiene algunos defectos y por eso no se exporta.

Elejalde, director regional de Augura en Urabá, agregó que, ciertamente, la producción bananera no se puede acabar. “Esto es un compromiso de todos y hay que hacer los esfuerzos agronómicos, de investigación y de innovación porque el banano tiene que seguir generando empleo y oportunidades para la gente que vive en estas regiones”, puntualizó Elejalde.

ESNEYDER GUTIÉRREZ CARDONA
Para EL TIEMPO
Medellín