Los habitantes de Cundinamarca (incluida Bogotá), Valle y Atlántico disfrutan de las mejores condiciones de vida del país, de acuerdo con el Índice Sintético de Calidad de Vida (ISCV) que empezó a medir la Cámara de Comercio de Cali.
La Guajira y el Chocó, por el contrario, registran las condiciones menos propicias para que las personas disfruten una mejor calidad de vida.
Este Índice trabajó 20 variables agrupadas en las dimensiones de Condiciones Básicas, Oportunidades Económicas y Capital Humano que inciden sobre la probabilidad de que las personas puedan disfrutar de una mejor calidad de vida; entre esas variables se consideraron servicios públicos, salud, pensión, bancarización, educación, mortalidad infantil y embarazos adolescentes.
“Los resultados evidencian la gran heterogeneidad de condiciones de entorno entre los departamentos colombianos y permiten orientar y priorizar los programas y políticas públicas que podrían contribuir de forma más efectiva a mejorar la calidad de vida en cada región”, señala el informe que analizó 23 departamentos del país.
El Valle ocupó en el 2016, el año analizado, el segundo puesto entre los departamentos evaluados, pero en ninguna de las variables consideradas ocupó el primer lugar; pero presentó un desempeño destacado en variables como porcentaje de hogares con acceso a internet (más del 45 por ciento) y alcantarillado, donde ocupó el segundo puesto; se destacó además, en el porcentaje de la población afiliada al régimen contributivo de salud y la tasa de alfabetización adulta, en estos casos, también ocupó el segundo lugar.
El peor desempeño relativo del departamento, según esta evaluación, corresponde a los resultados en las pruebas Saber 11, donde quedó en el noveno; en la tasa de bancarización, octavo puesto, y en la desigualdad de ingresos, puesto octavo.
“El análisis de ponderaciones asociadas al ISCV sugiere que los esfuerzos de política pública para aumentar la calidad de vida de las personas deberían enfocarse en mejorar el desempeño la calidad de la educación”, señala el informe.
Respecto a la afiliación al régimen contributivo y especial, el Valle registró una cobertura del 59,6 por ciento, frente al 75,2 por ciento de Cundinamarca y el 57,4 por ciento de Antioquia; en departamentos como Córdoba, Sucre y Chocó esa proporción es menor al 20 por ciento.
En los departamentos de Caquetá, Magdalena, Cauca, Córdoba y Huila, al menos el 25 por ciento de los nacimientos en el 2016 fueron de mujeres menores de 19 años, en contraste con Cundinamarca, Santander y Valle. En Caquetá la tasa de fecundidad adolescente fue del 29,2 por ciento, en el Valle del 18,8 por ciento.
La esperanza de vida es uno de los indicadores más importantes para evaluar la salud y la calidad de vida de una región. Quindío registró la menor tasa de mortalidad infantil entre los 23 departamentos analizados, seguido de Cundinamarca y Valle, en contraste con La Guajira y Chocó. En el 2015, de acuerdo con el informe, por mil pequeños nacidos, murieron más de 30 menores de un año.
Otro dato medible es el horizonte de vida.
En Cundinamarca es de 78 años, en Chocó de 69; en Valle de 75,3 años, la misma que la de Boyacá y Santander; en el Atlántico es de 75,5.
“Si bien el Valle cuenta con un ISCV que sobresale en el entorno nacional, sus departamentos vecinos ubicados sobre el Pacífico están entre las últimas posiciones: Chocó ( 23), Cauca ( 21) y Nariño (19). No obstante, otros departamentos cercanos en términos de distancia, como los del Eje Cafetero están entre las primeras siete posiciones; estos territorios, al igual que el Valle, disponen de estructuras productivas relativamente diversificadas y niveles de urbanización superiores al 70 por ciento en el 2016”, indica el informe.
