«Es un hecho triste, lamentable, pero nos da fortaleza para seguir adelante, contrarrestando estos actores ilegales que tiene el país”.
Así resumió el director nacional de Escuelas de Policía, general Juan Libreros, el sentir de los altos oficiales cuando deben reportar a las familias de los agentes, cuando estos, por algunas circunstancias mueren.
El oficial está presente hoy Valledupar, en la ceremonia de entrega del cuerpo sin vida del cadete Andrés David Fuentes Yepes, que se convirtió en la víctima fatal número 22 del atentado terrorista que se atribuyó el Eln contra la sede de la Escuela de Cadetes General Santander el pasado 17 de enero.
Libreros también confirmó que desde este lunes, a las 7 de la mañana, se reinician las actividades en la Escuela General Santander con el recibimiento de 942 estudiantes, entre cadetes y alféreces, junto con sus familiares, y el acompañamiento de la cúpula de la de la institución.
El oficial dijo que, aunque faltan algunos trabajos para reparar infraestructura afectada con la explosión del carrobomba, están acondicionados el sector de alojamientos, aulas, cocina y comedores. Igualmente, que a las familias y los que ingresan se les darán charlas psicoemocionales por parte de las Divisiones de Sanidad y Bienestar Social, con la asesoría de expertos de la Universidad de la Sabana.
“Nuestros 183 mil agentes de policía aún lloran a los 22 cadetes muertos en el atentado. Reiteramos la gracias a los colombianos por el apoyo mostrado hacia la institución”, comentó el alto oficial, agregando que ya no queda personal bajo observación médica.
La última vez que familiares del cadete Andrés David Fuentes Yepes compartieron con él fue en diciembre pasado en Valledupar.
Cortesía Policía Nacional
Sepelio del cadete Fuentes
Esta mañana, familiares, agentes de policía, y compañeros del barrio, recibieron el féretro con los restos mortales de Andrés David Fuentes Yepes en medio de escenas de dolor y una calle de honores en la pista principal del Aeropuerto Alfonso López de Valledupar.
Andrés David, cuya familia reside en el barrio Villa Jaidith en la Capital del Cesar, era el mayor de tres hermanos; fue calificado por su amigos como una persona amable, de buen trato y colaborador. Se graduó como bachiller en el 2015 en el Colegio Casd Simón Bolívar, y luego entró a la filas de la Policía como auxiliar bachiller.
Su sepelio se cumple, a esta hora en Jardines de Valledupar-Grupo Recordar, en la vía al corregimiento de Valencia de Jesús, después de una misa llevada a cabo en la Catedral de la ciudad, organizada por el comandante (e) de la institución en el Cesar, coronel Lácides Miguel Ramos Blanco, y monseñor Óscar José Vélez Isaza, obispo de la Diócesis de Valledupar.
Ludys Ovalle J.
Especial para EL TIEMPO
Valledupar
