Inicio Colombia Venezolanos se quedan sin el albergue temporal

Venezolanos se quedan sin el albergue temporal

Muchas lágrimas corrieron ayer en el albergue que la Arquidiócesis de Cali había acondicionado en el barrio La Independencia para los venezolanos que todos los días salen de su país.

“Si bien unos se iban del albergue porque conseguían trabajo, dónde vivir o pasajes, todos los días llegaban más personas y alcanzamos a tener 300”, contó el coordinador de comunicaciones de la Pastoral Social de la Arquidiócesis, Fernando Leudo, quien, micrófono en mano, les pedía que se fueran del lugar de manera voluntaria.
Ayer había cerca de 100 venezolanos en el albergue.

“Este lugar de la parroquia San Pedro Claver llevaba mucho tiempo cerrado, el alcantarillado está dañado y los salones no están adecuados”, señaló el padre Alfredo Mosquera, quien agregó que si bien se había dicho que era un lugar de paso, las condiciones del sitio incidieron en el cierre.

Muchas lágrimas se derramaron en el albergue.

Foto:

Juan Pablo Rueda, EL TIEMPO

Ahí llegaron cerca de 200 venezolanos, de los que fueron retirados de una zona verde aledaña a la Terminal de Transportes, sitio donde habían levantado sus carpas y cambuches.

Por la gran reja rodeada de costales de basura acumulada, en especial residuos de comida, salieron algunos de ellos, 31 rumbo a Ipiales, ocho para Cúcuta y uno más para Barranquilla.

Adentro, los otros tenían la esperanza de que los dejaran quedarse o que les dieran una opción para pasar la noche, en especial aquellos que no han podido conseguir el subsidio de arriendo que daba la Arquidiócesis.

“Damos un subsidio de arrendamiento por 300.000 pesos (una sola vez) que no alcanzó para todos; le damos prioridad a las familias con hijos pequeños. Las otras personas que no cubra el subsidio tienen que buscar cómo van a hacer. Llamamos a otras iglesias, organizaciones, Alcaldía, Gobernación y gente de buen corazón para ayudarlos a que se ubiquen y no se queden en las calles porque en el albergue no puede quedar nadie”, dijo Leudo.

Quedar en la calle era la desesperación de Carmen García, quien llegó de Caracas hace 20 días con sus tres hijas y su esposo.

“A veces nos quedamos sin comer porque salimos a buscar todo el día. Aquí no podemos conseguir una casa porque nos piden demasiados papeles, fiador, carta laboral y si es por inmobiliaria peor. Nosotros buscamos, pero no nos la arriendan y así, la Arquidiócesis no paga el subsidio”, decía Carmen, mientras recogía las cosas que algunos caleños le regalaron.

Las condiciones en que se encontraban no era la mejor para ellos.

Foto:

Juan Pablo Rueda, EL TIEMPO

Número incierto

De acuerdo con el registro administrativo de migrantes venezolanos adelantado por la gobernación del Valle, en el departamento se censaron 17.000 ciudadanos del vecino país.

En solo Cali fueron censados 13.010.

Pero se estima que esa cifra es mucho mayor, porque los venezolanos no han dejado de llegar a la región. Al cierre del primer semestre de este año se calculaba que podían haber unos 25.000.

Hay que señalar que en este censo solo quedaron registrados los venezolanos que no tenían la documentación en regla o se encontraba de forma irregular en el país.
Por directriz nacional, lo que se buscaba con este censo era determinar cuántos ciudadanos del país vecino había en Colombia, no era para darles beneficios laborales.

Muchos caleños les llevaban comida y enseres hasta el albergue.

Foto:

Juan Pablo Rueda, EL TIEMPO

De paso

“Cali en una de las mejores ciudades en atención a venezolanos, pero no podemos atenderlos a todos, tenemos un límite”, dijo el alcalde Maurice Armitage respecto a la situación del albergue del barrio La Independencia.

“Son un problema serio, hemos hecho todo lo que hemos podido, a veces, se nos sale de las manos”, señalo el mandatario, quien hizo énfasis en que se trataba de un albergue temporal.

“No podemos atender muchas personas, ayudamos, pero todo tiene un punto”, dijo el mandatario.

“Una cosa es una dormida por dos o tres días y otra por toda la vida, ese es un sitio temporal para que los venezolanos sigan en su viaje y no se queden ahí”, agregó.

La salida

El pasado 31 de julio se inició la salida voluntaria de los venezolanos que se habían establecido en la zona verde contigua a la Terminal de Transportes de Cali.

La municipalidad facilitó los vehículos para que siguieran su camino hacia Ecuador, Chile y Perú, países que eran sus destinos originales cuando llegaron a Cali, pero se quedaron sin plata.

De los 693 que fueron caracterizados, viajaron 360 que buscaban contactarse con algunos familiares, otros se fueron para el albergue del barrio La Independencia y otros empezaron a rodar por la ciudad.

Ahora, en un andén de una unidad residencial ubicada frente a la Terminal, ya hay cerca de 50 ciudadanos del vecino país.​