El fraude en las tarjetas de aparcamiento para personas con movilidad reducida sigue al alza. La Policía Municipal de Madrid ha denunciado en los últimos 3 años a 300 personas relacionadas con este fraude. La práctica delictiva puede acarrear hasta penas de dos años de prisión y 3.000 euros de multa.
El modus operandi de este fraude es el de usar la tarjeta de una persona fallecida, ya que este tipo de tarjetas se renuevan cada 5 años.
La Unidad de Investigación y Coordinación Judicial es la encargada de investigar este tipo de delitos. Espejo Público revela hoy todos los detalles de este fraude que aumenta entre los conductores.