Luisita ha apostado por Sebas pero no puede dejar de pensar en Amelia sabiendo que lo está pasando mal. Decidida a mostrarle su apoyo, Luisita visita a Amelia en su habitación de dónde no encuentra fuerzas para salir.
Amelia le confiesa a Luisita lo difícil que es estar cerca de ella sin poder besarla, algo que rompe a la hija de los Asturianos.