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‘Big Little Lies’ finaliza su segunda temporada con una sentencia, una muerte y una confesión

Se acabaron las mentiras y se acabó, tal y como todo parece indicar, la serie con uno de los repartos más espléndidos de la historia. ‘Big Little Lies‘ concluye su segunda temporada afrontando el juicio entre Celeste y Mary Louise por la custodia de los gemelos, mientras las cinco protagonistas siguen lidiando con las consecuencias de la muerte de Perry y los abusos que cometió.

El 2×07 de la serie de HBO arranca directamente con una de las escenas más esperadas de la temporada: el duelo definitivo entre suegra y nuera. Celeste pone por fin contra las cuerdas al personaje interpretado magistralmente por Meryl Streep y, más allá de defender su valía como madre, cuestiona la de Mary Louise recordando el accidente de coche que acabó con la vida del hermano de Perry cuando eran pequeños.

Celeste interroga con dureza a Mary Louise

El duro interrogatorio de Celeste a Mary Louise

El duro interrogatorio de Celeste a Mary Louise

Celeste desempolva así los libros de Derecho (alguien tenía que ejercer, en vista del inmovilismo de su abogada) y somete así a su suegra a un interrogatorio sin piedad frente a la jueza. No está en juego solo la custodia, sino también el testimonio de una mujer maltratada y otra violada por la bestia que interpreta Alexander Skarsgard. Para hacerse valer, su viuda encuentra en el iPad familiar la prueba definitiva, un vídeo grabado por los pequeños en el que Perry insulta, humilla y golpea a la madre. Celeste no duda en utilizarlo y lo proyecta en la sala frente a una Mary Louise a la que, como al espectador, le cuesta mantener la vista en la pantalla.

Lo que a Mary Louise le cuesta entender es que su hijo, su pequeño del alma, fuese capaz de cometer semejantes atrocidades fruto de su propia educación. Nadie es perfecto y ella, intentando ejercer como madre de la mejor manera posible, perdió los nervios en más de una ocasión y pagó con Perry la muerte de su otro hijo, acusándolo de haberle distraído al volante. Ahora, con sus dos hijos fallecidos, trata de evitar que la historia se repita con sus nietos, o quizás trata de ser, a su manera, mejor abuela de lo que fue madre. La realidad que ella plantea está condicionada por su experiencia y, después de que el peso de la verdad recaiga sobre ella con pruebas tangibles, acude a casa de Celeste en un intento a la desesperada para que se retracte.

La jueza dicta sentencia sobre la custodia de los gemelos

Celeste mantiene la custodia de sus hijos

Celeste mantiene la custodia de sus hijos

No obstante, la decisión final está tomada y, en una última visita al juzgado, la jueza dictamina que Celeste mantenga la custodia de los niños. Por fin recibe el beneplácito que no le han concedido ni su suegra ni su mordaz psicóloga, reafirmando su capacidad para ser madre.

Es el golpe de efecto que necesitaba para sanar las cicatrices emocionales como mujer maltratada y, al finalizar el episodio, vemos a una Celeste más segura de si misma, convencida de que puede criar a sus hijos evitando que se conviertan en el monstruo que la torturó. Monstruo que por fin empieza a superar, como demuestra borrando del ordenador los vídeos a los que se ha aferrado estos meses.

Muere la madre de Bonnie

Bonnie consigue reconciliarse con su madre

Bonnie consigue reconciliarse con su madre

Este aura de sanación alcanza también a sus amigas. Jane aparta su trauma y da una nueva oportunidad al amor con Corey. Ed perdona al fin la infidelidad de Madeleine y le pide renovar sus votos matrimoniales en una sencilla ceremonia con sus hijas. Renata le canta las cuarenta a su marido una vez más y destruye su maqueta de trenes en una maravillosa escena de venganza en la que se corona como el desahogo cómico de la temporada ante una Reese Witherspoon más emocional. Y Bonnie ve la luz final a un largo túnel de crisis vital.

El personaje de Zoë Kravitz perdona su dura infancia a su madre y, junto a ella en la cama del hospital, le dice que le quiere. Quizás por estas palabras, despierta durante un breve lapso de tiempo antes de despedirse definitivamente y fallecer por un nuevo ictus. El fin del sufrimiento de Celeste, de su madre y el suyo propio se presentan como una revelación para Bonnie, que decide en ese momento dejar a Nathan y confesarle que nunca ha estado enamorada de él. Un duro golpe para el también exmarido de Madeleine, que una vez más se ve desmerecido en la exigente Monterrey.

La última decisión sobre la muerte de Perry

La última imagen de las Cinco de Monterrey

La última imagen de las Cinco de Monterrey

Decidida a iniciar una nueva vida, Bonnie acude a comisaría al final del episodio. Le acompañan sus amigas, las Cinco de Monterrey, demostrando la gran amistad que se ha creado entre ellas en una muestra más de esa palabra que es ya bandera de ‘Big Little Lies’: la sororidad. Aunque queda en el aire, es de prever que su intención es enterrar al fin las mentiras y confesar a la policía la verdad sobre la muerte de Perry.

La secuela televisiva de la novela de Liane Moriarty finaliza sin grandes giros argumentales y olvida las insinuaciones que habían hecho sus propias tramas. Ni el juicio remueve el caso de Perry, ni Bonnie le aplica la eutanasia a su madre, ni Corey esconde un vínculo con la policía, ni Ed ni Renata ponen fin a sus respectivos matrimonios. Ni rastro tampoco de ese cuerpo flotante con el que han jugado a modo de «premoniciones», ni siquiera de la tumba vacía de Perry de la que Shailene Woodley hizo un spoiler días antes del final.

Para no pensar que han engañado al espectador, quizás la intención ha sido dejar en el aire algunas de estas tramas para, precisamente, abordarlas en una futura temporada. La tercera entrega de episodios podría mostrar perfectamente las secuelas de la visita a la comisaría, la duda entre dejar que Mary Louise conozca a sus nietos o no después de todo lo que ha hecho, cómo Renata sobrevive a la bancarrota o cómo Nathan se antepone a su segundo divorcio mientras Bonnie trata de tomar al fin las riendas de su vida. Los personajes de ‘Big Little Lies’ han demostrado ser tan sólidos como para no necesitar un misterio que estructure sus tramas.