Cem está muy enfadado después de que la Policía haya hecho una redada en el piso donde Bahar y Ceyda tenían que hacer la entrega de las cacerolas. Además, allí no han encontrado nada, por lo que llega a sospechar que se hayan chivado a las autoridades.
Bersan intenta calmarle, asegurando que ellas no saben que están convirtiéndose en traficantes. En realidad, Bahar acaba de darse cuenta…
Bahar tenía razón cuando se olía algo muy turbio en este negocio de cocina. Sin embargo, se ha dejado arrastar por Ceyda y ahora las dos están en peligro.
