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Del Chikilicuatre a Saara Aalto: Las 10 puestas en escena más desastrosas de Eurovisión

Hemos llegado a esa época del año en la que los amantes de la música y de la televisión solo piensan en una cosa: Eurovisión. Y es que la final del festival musical más importante a nivel europeo está a punto de celebrarse. El 18 de mayo Tel Aviv se vestirá de gala para recibir a los representantes de todos los países que han conseguido una plaza en ese esperado día y que lucharán por convertirse en ganadores y así llevarse el micrófono dorado y la consiguiente celebración de la próxima edición en su propio país.

Cada año, esa noche somos testigos de múltiples géneros musicales, de canciones de todo tipo. Algunas de ellas pasan a la posteridad como himnos, otros como temas dignos de ser bailados durante miles de noches de fiesta y otros pasan desapercibidos o no dejan a nadie indiferente. Por eso, en FormulaTV hemos repasado las peores puestas en escena de la historia de Eurovisión. ¿Añadirías alguna otra?

1 PingPong (Israel, 2001)

PingPong en Eurovisión 2001

PingPong en Eurovisión 2001

La actuación encargada de encabezar esta lista procede de Israel, el país en el que nuestro representante Miki y el resto de elegidos cantarán el sábado 18 de mayo. El grupo PingPong apareció en el plató del festival, que se celebraba por aquel entonces en Estocolmo, y comenzó a entonar una de las peores canciones de la historia.

«Sameyach», que así se llamaba la susodicha, contaba con la presencia de seis artistas, dos hombres y cuatro mujeres, que intentaron ganarse el cariño de los presentes moviendo la mano de un lado hacia otro como si de un limpiaparabrisas se tratara. Sin perder de vista esos movimientos de cadera alucinantes. La voz de aquella chica acompañada del baile de todos ellos, inesperadamente, consiguió siete puntazos, que llevo a Israel directo al puesto veintidós. Por si la interpretación no hubiera sido lo suficientemente desastrosa, ellos decidieron culminar sacando una bandera de Siria y armando la polémica en todo el estado.

2 Scooch (Reino Unido, 2007)

Scooch en Eurovisión 2007

Scooch en Eurovisión 2007

Seis años más tarde, en 2007, fue Reino Unido el encargado de dar la nota en el Festival de la Canción de Eurovisión. El grupo Scooch viajó hasta Helsinki para entonar a los cuatro vientos su «Flying the flag» encima del escenario. Con un decorado completamente británico –solamente utilizando los colores de la bandera- y con muchos aviones pasando por las pantallas traseras, los componentes saltaron con trajes de pilotos y como si estuvieran pasando la noche en un aeropuerto, con su control de seguridad y todo. Y los movimientos de brazos como alas de avión que no se nos olviden nunca.

Finalmente se hicieron con diecinueve puntos, que hicieron a Reino Unido aterrizar en el puesto veintitrés del ranking final. A pesar de esto, el tema de este grupo consiguió colocarse en los primeros puestos de las listas de ventas británicas y fue una de las más escuchadas durante bastante tiempo.

3 Las Ketchup (España, 2006)

Las Ketchup en Eurovisión 2006

Las Ketchup en Eurovisión 2006

Como no puede ser de otra manera, España tiene que aparecer en esta lista y, esta vez, le toca el turno a Las Ketchup, las encargadas de representarnos con «Un Bloodymary» en el Festival de Eurovisión 2006. Las Ketchup fueron seleccionadas de manera interna por el ente público y aparecieron en Atenas con una puesta en escena que dejaba mucho que desear. Las cuatro sentadas en cuatro sillas, de espaldas al público como si estuviésemos en las audiciones de ‘La Voz‘, se levantaron cuando la letra empezó a sonar y mostraron al público sus trajes rojos haciendo justicia a su nombre. Sin lugar a dudas, las sillas fueron elementos clave en su actuación, que terminó siendo un desastre con dieciocho puntos y un vigésimo primer puesto.

4 Saara Aalto (Finlandia, 2018)

Saara Aalto en Eurovisión 2018

Saara Aalto en Eurovisión 2018

Finlandia fue la que puso la guinda a las peores puestas en escena de Eurovisión, apareciendo en el puesto diecisiete de la final de 2018 con Saara Aalto como representante. La chica no empezó del todo mal. Lo hizo subida a un altillo con un decorado a sus espaldas un tanto psicodélico. Lo que más desconcertó es que, tras quince segundos de canción, la chica empezó a dar vueltas a la vez que la rueda que tenía colocada detrás de ella. Aalto no se bajó de su peana hasta pasado el primer minuto de actuación y lo hizo con dos bailarines siguiendo todos sus pasos. Como no podía ser de otra manera, la chica volvió a ponerse en alto al final de la canción con un decorado diferente –igual de psicodélico- que fue cambiando a lo largo del show.

5 Chikilicuatre (España, 2008)

Rodolfo Chikilicuatre en Eurovisión 2008

Rodolfo Chikilicuatre en Eurovisión 2008

A Rodolfo Chikilicuatre no podíamos olvidarle. En el año 2008, David Fernández viajó hasta Belgrado con un personaje a cuestas y con la intención de recibir la mayor puntuación de la edición. Todo eso con la incredulidad de la mayoría de españoles al escuchar el nombre de Chikilicuatre como representante. Y es que, si ha habido un personaje peculiar representando a este país en Eurovisión, ese ha sido él. Pero por muchas quejas, «Baila el chiki-chiki» ha sido una de esas canciones que todo el mundo se sabía antes de escucharla en la final. Ella y su baile, que como para olvidarlo. Esto de llamar la atención buscando el ridículo le salió bien, ya que recibió cincuenta y ocho puntos que le colocaron en la posición dieciséis.

6Slavko (Montenegro, 2017)

Slavko en Eurovisión 2017

Slavko en Eurovisión 2017

En 2017, lo más famoso de todo el proceso anterior a la final del Festival de la Canción de Eurovisión no fue una persona, fue un atributo. Y es que Slavko Kalezic fue seleccionado para representar a Montenegro en Kiev, y aunque no consiguió su objetivo, será recordado para siempre. Su espectacular e inmensa trenza que no dejaba de mover mientras interpretaba «Space» se convirtió en un tema de interés para todos los eurofans, que no dejaron de hablar de ella a través de las redes sociales. Con el torso desnudo, mirada seductora y unos pantalones negros cuando estaba en cubierto y una tela estilo sirena cuando se encontraba en medio de ese espacio que él imaginaba, consiguió conquistarnos, aunque finalmente no consiguió los puntos suficientes para pasar a la gran final. La puesta en escena, de desastrosa se convirtió en llamativa y muchos mostraron su admiración por él.

7Jessica Mauboy (Australia, 2018)

Jessica Mauboy en Eurovisión 2018

Jessica Mauboy en Eurovisión 2018

Volviendo a 2018, año en el que Amaia y Alfred hicieron vibrar el Altice Arena con «Tu canción», otra actuación destacó y no precisamente por algo positivo. Jessica Mauboy viajó hasta Lisboa para representar a Australia en su quinta actuación en el festival. Esta no fue la primera vez que la chica se subía al escenario del Festival de la Canción de Eurovisión, y es que en 2014 acudió a Copenhague para actuar como invitada estrella representando a Australia en la segunda semifinal de la edición. En 2018, la figura solitaria de la cantante, el fondo completamente negro, con algún que otro fulgor de color de vez en cuando y su vestido, morado con «brilli brili»i y de corte asimétrico, hicieron que fuera una de las actuaciones más oscuras y desastrosas de la noche.

8 Alf Poier (Austria, 2003)

Alf Poier en Eurovisión 2003

Alf Poier en Eurovisión 2003

En 2003 Austria eligió como representante del Festival de la Canción de Eurovisión a un personaje con un estilo poco habitual en años anteriores. Alf Poier aterrizó en el escenario acompañado por varios bailarines y rodeado de figuras de animales un tanto extrañas. El hombre comenzó a entonar «Weil der Mensch zählt» con todas sus ganas y aquello más que parecer el tema con el que se busca ganar el festival, parecía una pista de un disco de canciones infantiles. Esa música que nos devolvía directamente a nuestra infancia acompañada del movimiento de brazo constante del hombre, más que convertirse en el fracaso que parecía fue directa al éxito. Y es que Poier quedó en una fantástica sexta posición.

9Cezar (Rumanía, 2013)

Cezar en Eurovisión 2013

Cezar en Eurovisión 2013

Si viajamos hasta 2013, nos encontramos con un cantante que no pasó desapercibido en el Festival de la Canción de Eurovisión. Rumanía llegó a la final después de que Cezar obtuviera ochenta y tres puntos y se posicionara en quinto lugar en la segunda semifinal del certamen. Desde el comienzo, su actuación fue un show, empezando por su vestimenta, que consistía en un look total black, una chaqueta llena de brillantes de un tamaño considerable, unas hombreras enormes y medio cuello a lo Drácula.

Cuando suena la música, el hombre se arranca a cantar algo que se apreciaba muy bien qué era y lo hace completamente solo, con un humo que sale del suelo y con un fondo muy rojo. Pero eso no es todo. La cosa se empieza a animar cuando de debajo de la lona sobre la que él se encuentra comienza a levantarse y de ella salen los bailarines. Chicos que no dejan de hacer acrobacias en todo el show hasta que vuelven a desvanecerse y, así una y otra vez. Un espectáculo digno de película de vampiros.

10Zdob si Zdub (Moldova, 2011)

Zdob si Zdub en Eurovisión 2011

Zdob si Zdub en Eurovisión 2011

No podíamos dejar fuera de nuestra lista a Zdob si Zdub. En el año 2011, Moldova participó en el Festival de la Canción de Eurovisión con el tema «So lucky». En 2005 este grupo ya había participadom pero no había conseguido una plaza en la final y fue seis años más tarde cuando, a su vuelta, logró actuar en la gran final del certamen. Y corrieron mejor suerte que la vez anterior, sin lugar a dudas.

Si decíamos que Cezar en Rumanía parecía un vampiro, aquí el cuento cambia y nos vamos a uno de gnomos del bosque. Tres hombres vestidos de manera muy llamativa y con sombreros de pico saltaron al escenario acompañados de otros dos que, aunque se libraron del gorro, el espectáculo lo daban igual. Pero es que antes de llegar al ecuador de la canción, una chica vestida de una mezcla entre gnomo y hada empezó a dar vueltas a los músicos subida a un monociclo y con alas en la espalda y el mismo sombrero -en este caso blanco-. Si a eso le añadimos el decorado, que no dejaban de pasar gnomos extraños por las pantallas -o bien en vertical o en corro- y que los artistas no dejaron de moverse ni un solo segundo, nos encontramos con una de las puestas en escena más extrañas de la historia.