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Diferencias y semejanzas entre ‘Betty en NY’ y la versión colombiana ‘Yo soy Betty, la fea’

El 25 de octubre de 1999, se estrenó en Colombia ‘Yo soy Betty, la fea‘, considerada como una de las producciones más exitosas del país no solo dentro de sus fronteras, sino también a nivel internacional. De hecho, la telenovela protagonizada por Ana María Orozco y Jorge Enrique Abello en los papeles de Betty y Armando, consiguió entrar en el libro Guinnes de los Récords en 2010 al convertirse en la telenovela más exitosa de todos los tiempos: se ha emitido en más de 180 países, ha sido doblada a más de 25 idiomas y cuenta con un spin-off (‘Ecomoda’) e incluso una versión animada y una adaptación teatral.

Elyfer Torres y Erick Elías, protagonistas de 'Betty en NY'; y Ana María Orozco y Jorge Enrique Abello, protagonistas de 'Yo soy Betty, la fea'

Elyfer Torres y Erick Elías, protagonistas de ‘Betty en NY’; y Ana María Orozco y Jorge Enrique Abello, protagonistas de ‘Yo soy Betty, la fea’

Tal fue el tirón que tuvo la telenovela creada por Fernando Gaitán, que la historia de Beatriz Pinzón Solano ha generado hasta 28 versiones en distintos países, incluido España, donde se produjo la serie ‘Yo soy Bea‘, con Ruth Núñez y Alejandro Tous en los papeles principales. Unas versiones que, aun a día de hoy, casi veinte años después del estreno de la telenovela colombiana original, siguen produciéndose: la última incorporación ha llegado de la mano de Telemundo. Con el título ‘Betty en NY’, la serie cuenta de nuevo la historia de Beatriz, una mujer que acaba trabajando en un puesto de secretaria en una empresa de moda, al ser despreciada por su aspecto, a pesar de sus excelentes aptitudes, donde acaba enamorándose de Armando, su jefe.

De origen estadounidense, esta producción se estrenó el 6 de febrero en Telemundo, mientras que su episodio final se emitió el 12 de agosto de 2019, tras un total de 123 capítulos de recorrido. Una adaptación de la producción colombiana, cuyo guion fue elaborado por el propio Gaitán, que cuenta con Elyfer Torres y Erick Elías en los papeles de Beatriz y Armando. Ante el reciente lanzamiento de esta nueva adaptación en Netflix y a escasos días de que se cumpla el vigésimo aniversario del estreno de ‘Yo soy Betty, la fea’, recuperada para su emisión en Nova en abril de este mismo año, en FormulaTV recogemos las semejanzas y diferencias que comparten estas dos telenovelas.

1 Inicios con el mismo esquema

Betty y Patricia, rivales en la entrevista de trabajo en 'Betty en NY' y 'Yo soy Betty, la fea'

Betty y Patricia, rivales en la entrevista de trabajo en ‘Betty en NY’ y ‘Yo soy Betty, la fea’

Uno de los momentos que muchos fans de ‘Yo soy Betty, la fea’ pueden recordar es ese arranque de la telenovela en el que las imágenes mostraban el punto de vista de la protagonista a su llegada a Ecomoda para la entrevista que, poco a poco, cambiaría radicalmente su vida. Sin embargo, ‘Betty en NY’ prescinde de esos significativos planos subjetivos y, aunque mantiene el mismo esquema que la original, tiene una cierta introducción más lenta que hace cuestionar incluso cómo podría Beatriz acabar en la empresa de Armando, en este caso denominada V&M Fashion, al estar sus vidas tan supuestamente separadas.

Mientras que en la ficción colombiana se va explicando la situación de la compañía de moda a medida que avanza la trama, ‘Betty en NY’ se toma su tiempo para mostrar la escasa confianza de la que goza Armando como futuro director o su rivalidad por el puesto con Daniel, al igual que da un ejemplo de las situaciones a las que se enfrenta Betty en sus entrevistas al tener que competir con candidatas más «atractivas». Un reto al que, al igual que su tocaya colombiana, se enfrenta en su llegada a V&M, donde Marcela trata de enchufar a su mejor amiga Patricia, en apuros económicos tras verse obligada a divorciarse de su rico marido por ponerle los cuernos.

Además, mientras que la complicidad entre Armando y Betty a la hora de cubrir los deslices del primero con las mujeres llega más tarde en la versión colombiana, en la estadounidense la protagonista no duda en ayudar al empresario a escabullirse ante una desconfiada Marcela incluso antes de que Armando conozca su identidad o la haya contratado siquiera. Ligeros cambios con respecto a la versión original, manteniendo la misma esencia, que permiten echar un vistazo más amplio de los personajes y sus situaciones, antes de sumergirse de lleno en la trama principal.

2 Betty vs. Betty

Elyfer Torres y Ana María Orozco como Betty, protagonistas de 'Betty en NY' y 'Yo soy Betty, la fea'

Elyfer Torres y Ana María Orozco como Betty, protagonistas de ‘Betty en NY’ y ‘Yo soy Betty, la fea’

Beatriz Pinzón Solano tiene una nueva sucesora con el mismo nombre en ‘Betty en NY’, con ligeras variaciones en los apellidos a modo de guiño: Beatriz Rincón Lozano. Un personaje que, al igual que en la producción original, se ve relegada a un segundo plano por su físico, a pesar de poseer una carrera brillante. De hecho, la trayectoria del personaje de Elyfer es aún más impresionante que en el caso del interpretado por Ana María, para adaptarse a la actualidad: no solo cuenta conocimientos informáticos y financieros más amplios, sino también con hasta cinco idiomas, en lugar de dos.

Sin embargo, mientras que Pinzón muestra cierto humor descarado con respecto a cómo la ve la sociedad, la protagonista de la serie estadounidense no cuenta con dicho ingrediente en su arsenal, ni siquiera en los momentos que comparte con su amigo Nicolás (interpretado por Mario Duarte en la versión colombiana, por Mauricio Garza en la de Telemundo). Aunque ambas cuentan con su incondicional apoyo, lo cierto es que la colombiana se muestra más optimista y consciente de su realidad que la estadounidense, algo en lo que quizás influye la diferencia de edad entre ambas protagonistas en el momento en el que se emitían sus respectivas ficciones: mientras que Ana María tenía 26 años de edad en el estreno de la telenovela, Elyfer Torres tiene tan solo 22.

Aunque aparentemente escasa, esa diferencia consigue dar un cierto toque más inocente a Betty Rincón con respecto a su predecesora. Algo a lo que se unen a una mayor inseguridad y cierta mayor torpeza, todo lo contrario a lo que ocurre en cuanto a la idea de encontrar el amor, dado que la estadounidense se muestra menos soñadora. Además, el hecho de que tanto Marcela como Armando sean bastante mayores que la protagonista en ‘Betty en NY’ (los actores Sabrina Seara y Erick Elías tienen 34 y 38 años de edad respectivamente), hacen que las relaciones con ambos o incluso los «duelos» entre Betty y la prometida del empresario sean en cierto modo desiguales frente a los que pudiera mantener el personaje de Ana María con los de Jorge Enrique y Natalia Ramírez. Un hecho que, en cierto modo, invita de forma más inmediata a ponerse del lado de Betty, aunque también hace más evidentes los abusos que se cometen contra ella.

3 Dos galanes muy pícaros

Erick Elías y Jorge Enrique Abello como Armando, en 'Betty en NY' y 'Yo soy Betty, la fea'

Erick Elías y Jorge Enrique Abello como Armando, en ‘Betty en NY’ y ‘Yo soy Betty, la fea’

Tanto ‘Yo soy Betty, la fea’ como ‘Betty en NY’ cuentan con sus respectivos Armandos en los papeles principales. Dos personajes igual de conquistadores con las mujeres que los rodean, característica que la versión más reciente deja clara desde mucho antes que la original y de forma más descarada. De hecho, Armando se mete en un lío cuando se ve encerrado en el baño común de la empresa no solo con una modelo con la que estaba a punto de mantener relaciones a pesar de su compromiso con Marcela, sino también con una Betty que trataba de no ser descubierta al verse sorprendida por dicho encuentro. Una situación en la que la protagonista, antes de ser contratada, ya se dispone a ayudar al alocado empresario.

Mientras que el personaje interpretado por Erick Elías tiene un toque más soñador y dedicado a la empresa, incluso bastante cómico, su predecesor, a quien daba vida Jorge Enrique Abello, no cuenta con dichos toques en tan gran medida. De hecho, el Armando original cuenta hasta con un punto más temperamental que el personaje de ‘Betty en NY’, con los que sorprendía al dar esos gritos fuera de sí en algunos momentos puntuales de la trama. Además, aunque en ambos personajes queda patente el hecho de que dan importancia al aspecto, los dos defienden las capacidades de Betty, especialmente cuando descubren el gran apoyo que supone para ellos la presencia de su secretaria, fiel a sus convicciones y a sus palabras.

Con el avance de la historia, los dos Armandos tienen que enfrentarse a una dura «competencia» por el amor de Betty, tras su marcha de la empresa, cuando ambas protagonistas se cruzan en sus caminos con hombres que las hacen sentir bien y que albergan sentimientos hacia ella más allá de su aspecto. Un momento clave en pleno distanciamiento entre ambos protagonistas en el que se detectan sutiles diferencias entre los dos: el Armando colombiano tiene un camino algo más infernal y desesperado que su homónimo estadounidense, quien se lanza en busca de Betty y apenas es capaz de mantener a raya sus celos al descubrirla con otro hombre en Miami.

4 La «transformación», un momento clave

El cambio de Betty en 'Betty en NY' y en 'Yo soy Betty, la fea'

El cambio de Betty en ‘Betty en NY’ y en ‘Yo soy Betty, la fea’

Uno de los momentos esenciales y más esperados para muchos de los seguidores de ‘Yo soy Betty, la fea’, era su esperada «transformación», sobre todo tras su desagradable «despedida» de Ecomoda. Un cambio de look que, en el caso de ambas protagonistas, llega de manos de Catalina, para quienes ambas deciden ponerse a trabajar tras abandonar la empresa de moda hasta entonces en manos de Armando, y que supone una nueva etapa en ambos personajes. Sin embargo, mientras que el personaje de Ana María se muestra muy reticente incluso a entrar en un centro de belleza, no ocurre lo mismo con la Betty de Elyfer, quien está más entusiasmada ante los posibles cambios a los que van a someterla.

Aun así, ninguna de las personalidades de las dos Bettys parece cambiar tras dicha transformación, ni siquiera cuando se ven obligadas a volver a encontrarse con Armando y los demás encargados de la empresa de moda, ahora en sus manos para evitar la quiebra. Un regreso en el que ambas producciones coinciden en recurrir a planos subjetivos, desde la perspectiva de Betty, para mostrar al espectador las reacciones que su cambio provoca en aquellos que conocen su pasado.

A pesar de todo, las dos protagonistas han aprendido a no confiar tanto en los demás. Pero eso no salpica en sus relaciones con aquellos que siempre han estado a su lado, como sus respectivos padres, Nicolás o las amigas de la empresa, conocidas como «El cuartel de las feas» en la telenovela original, denominadas como «El Pelotón» en la producción de Telemundo, con quienes Betty establece una amistad con mayor rapidez en ‘Betty en NY’ que en la versión colombiana. Personajes a los que les cuesta reconocer a su viaje amiga y que incluso cuestionan si ha pasado por quirófano, tanto en la serie original como en la producción de 2019.

5 Personajes prácticamente iguales

El Pelotón de 'Betty en NY' y el Cuartel de las Feas en 'Yo soy Betty, la fea'

El Pelotón de ‘Betty en NY’ y el Cuartel de las Feas en ‘Yo soy Betty, la fea’

Tanto ‘Yo soy Betty, la fea’ como ‘Betty en NY’ incluyen la participación de un amplio reparto de actores que dan vida a personajes muy diversos, implicados en mayor o menor medida en la historia de Beatriz y Armando, y que dan lugar a subtramas que han conquistado a muchos seguidores a lo largo de los años. De hecho, ambas producciones contaron también con estrellas invitadas a lo largo de sus respectivos episodios: ‘Betty en NY’ contó incluso con la participación de Jorge Enrique Abello, el Armando «original», en un breve cameo en la serie.

Además, la producción estadounidense incluye en sus filas algunos fichajes españoles, como Candela Márquez, encargada de dar vida a Jenny (conocida como la Pupuchurra en la versión original); Fede, exconcursante de ‘OT 3, en el papel de Ramiro, un exboxeador hermano de Sandra, una de las componentes de «El Pelotón»; o Bernard Bullen, también de nacionalidad británica y miembro del reparto de ‘The Mandalorian‘, encargado de interpretar a Joaquín, un fotógrafo que supone un gran apoyo para Betty tras abandonar V&M y que encuentra en ella a su musa.

Ambas producciones tienen con personajes muy similares, sin apenas cambios, aunque sí con algunas diferencias más notables a lo largo de sus respectivas tramas, más adaptadas a la actualidad. Aun así, podemos encontrar personajes como el padre de Betty, Demetrio, con un enfoque más cómico y menos controlador que Hermes, el personaje original encarnado por Jorge Herrera, para cuyo papel de hecho se contrató a César Bono, humorista y actor de profesión; u otros como el personaje de Patricia, mujer que en la interpretación de Sylvia Sáenz, se muestra más ambiciosa, superficial y retorcida que su versión original, la «Peliteñida», a quien daba vida la actriz Lorna Paz.

6 Un final con ligeros cambios

La boda de Armando y Betty en 'Betty en NY' y en 'Yo soy Betty, la fea'

La boda de Armando y Betty en ‘Betty en NY’ y en ‘Yo soy Betty, la fea’

Tras superar muchos retos y dificultades, tanto Betty Pinzón como Betty Rincón consiguen afianzar su relación con sus respectivos Armandos en la recta final de ambas producciones. Las dos protagonistas mantienen una emotiva y comprensiva conversación con Marcela, quien decide abandonar la empresa al darse cuenta de que no tiene nada que hacer frente a lo Armando y Betty sienten el uno por el otro. No obstante, ese final agridulce para la exprometida del empresario se torna algo más amable en ‘Betty en NY’, donde el personaje tiene un encuentro en el aeropuerto que promete otorgarle su «final feliz», tanto para ella como para la persona con la que se cruza.

Aun así, otra diferencia entre ambas telenovelas reside en que ‘Betty en NY’ tiene un cierto aire más «trágico» con respecto a la telenovela original en esa recta final cuando Armando, desesperado por alcanzar a la protagonista antes de que se aleje definitivamente de él, es atropellado en plena carrera. Un suceso que pone de manifiesto lo que sienten mutuamente ambos protagonistas y lo que produce la tragedia en sus respectivos seres queridos, algunos de los cuales no dudan en culpar a Betty de lo ocurrido.

A pesar de todo, al igual que la pareja de la versión colombiana, Betty y Armando acaban disfrutando de su «final feliz» y contraen matrimonio ante todos sus seres queridos y compañeros. Una escena cargada de emotividad y de alegría, tras la cual se presenta la escena del nacimiento de su hija con un plano subjetivo en el que la pequeña recibe los mimos de los miembros de su familia, a algunos de los cuales les cuesta pasar por alto su «fealdad», desenlace que comparten ambas producciones.