Hatice se encuentra en una encrucijada por culpa de Sirin. Sin embargo, ella misma es culpable de sus crueles decisiones. Cuando Bahar acude con sus hijos a agradecerle el gesto del regalo del termo, lo que decide es ignorarla en plena calle.
A pesar de las tiernas miradas de los pequeños y de su insistencia en darle las gracias, Hatice se muestra despiadada con Bahar para satisfacer a Sirin.