José María Ruiz-Mateos desembarca en Madrid en el año 1967. El empresario gaditano quiere expandir su negocio familiar más allá de las bodegas de Jerez de la Frontera. Padre de trece hijos y casado con Teresa Rivero, es un hombre de familia tradicional y muy religiosa.
Consigue convertirse en el hombre más rico de España en la década de los 70. Su holding, Rumasa, crece rápido. Su logotipo, una abeja dentro de un hexágono, se convierte en un icono sinónimo de empleo.
Zalamero y seductor, el empresario sabe cómo conquistar a la gente. Llega a tener 700 empresas y 65.000 empleados. Lo mismo compraba una granja que la mayor constructora del país, así como tiendas de lujo, hoteles…
Diversificó. Incluso fue copropietario de 22 bancos, un tercio de la banca española. Le servían de soporte financiero.
