Uriarte había logrado confundir a Fran, quería
chantajearle para que volviese a su empresa y a cambio le daba una valiosa
información: su familia le ha mentido, Germán había reflejado en su testamento
que Fran sería su heredero en Garlo.
Tras varios días confundido tratando de buscar la verdad,
Fran llegó a la conclusión de que tan solo era una de las sucias artimañas de
Uriarte para ponerle en contra de su familia.
Decidido a mirar por el futuro y olvidarse de este duro
episodio, Fran ofrecía a Coral un nuevo e ilusionante proyecto: montar una empresa
juguetera propia que dirigirán juntos.
Coral se sentía abrumada y culpable por la propuesta. Fran
estaba confiando en ella cuando ella misma le estaba traicionando. Lozano se
había encargado de esconder el testamento de Germán para proteger a Raúl cuando
aún estaban prometidos.
¡Un encuentro de Fran
con Manolita en la plaza hace saltar las alarmas! Sanabria le cuenta al
creativo el mal ambiente que hay en Garlo provocado por Raúl. La mujer de
Marcelino le confiesa, de una manera totalmente inocente, que las cosas hubieran
sido diferentes: “Si Germán te hubiera dejado al mando de Garlo como él quería
hacer», estas palabras marcan a Fran, y Sanabria se reafirma en que estaba
al tanto de cuál era el último deseo de Germán antes de morir. Las piezas comienzan a encajar para
Mendienta…
… Mientras tanto, Coral
cita a Castiñerias en secreto para zanjar su chantaje: «Seré yo quién va
a sacar el testamento a la luz» pero el
ex abogado de la familia García Corcuera le da una noticia que rompe
todos sus esquemas: ya no tiene el testamento en su poder.
Coral no tiene tiempo que perder y sale de casa de manera
urgente… ¿Cuál será su plan para conseguir el testamento original de
Germán? ¿Le contará Fran a Coral la
confesión de Manolita?
