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El zasca de Wyoming a los que quieren curar la homosexualidad: ‘Lo único que necesitan curar es la homofobia’

«Los cursos para cuidar la homosexualidad» todavía existen y aunque parezca que estamos hablando de otro siglo no lo es. Efectivamente, son ilegales y no deberían existir, ni en España ni en ningún país del mundo, pero sí, hay rincones de nuestro país en los que se siguen impartiendo. Precisamente, unos talleres implantados por el Obispado de Alcalá de Henares han sido el foco de atención de ‘El intermedio‘ este lunes 20 de mayo. Wyoming, conductor del programa, ha querido hablar de ello, lo ha hecho realizando una directa crítica e incluso ironizando con sus responsables, un discurso muy en su línea que sin duda, todos aplaudimos.

El Gran Wyoming en 'El intermedio'

El Gran Wyoming en ‘El intermedio’

Uno de los casos más conocidos es el del grupo «Verdad y libertad» que está realizando encuentros a través de terapias en Valencia para aquellos que quieran dejar dejar a un lado su homosexualidad. «Os diré algo, la homosexualidad no es una enfermedad que se deba curar», objetaba El Gran Wyoming disgustado. «Lo que sí tiene tratamiento es la homofobia«, aseguraba de forma tajante y directa, mirando fijamente a cámara.

El presentador no dudó incluso en sacar una caja de un supuesto médicamente que combatía a aquellos que querían destruir la homosexualidad: «Homofobem 500 miligramos. Tome uno cada vez que veas un gay al que quieras curar, y recuerda, lo tuyo si tiene solución«, recitaba como si de una anuncio televisivo se tratase. «Homofoben y la homofobia se va en un santiamén», concluía entre las risas del público.

El caso de Luisa

Más allá del discurso de Wyoming, en el programa se entrevistó a Luisa, una de las personas que había acudido a los cursos del Obispado de Alcalá de Henares durante seis meses con la intención de «curarse»: «Mi matrimonio estaba en crisis y comencé una relación con una mujer. Empezó a hablarme de la homosexualidad como patología». También quiso hacer un llamamiento a la Iglesia: «Tienen que tener un lugar de acogida para el colectivo LGTBI que quiere vivir en la fe«.