Pablo Motos ha querido ver la imagen en la cámara lenta para disfrutar de la maravillosa escena creada en el experimento de Marron.
«¿Habéis hablado con Fernando Alonso para estas cosas?», preguntaba entusiasmado Pablo Alborán.
Haremos que un coche radiocontrolado se mueva encima de la superficie del agua. Para ello usaremos unas ruedas especiales parecidas a un molino hidráulico. Estos salientes que vemos en las ruedas actuarán ejerciendo el empuje necesario para impulsarse ayudado por la alta velocidad del movimiento de las ruedas. Al ser un coche de reducido tamaño y poco peso, con la alta velocidad que adquiere y el tipo de ruedas conseguirá cruzar sin hundirse en el agua.
La piscina tiene 10 metros de longitud y se añadirán 5 metros de carrerilla para la salida del coche. La velocidad punta que llega a tomar es de aproximadamente 80 km/h.
