Germán suele desacreditar y poner en duda la valía de Raúl como empresario de poder en Jugueterías Garlo. No es la primera vez que padre e hijo tienen un fuerte encontronazo, algo que mantiene a Raúl en un estado de defensiva constante.
Raúl ha decidido, por cuenta propia, despedir a una empleada. Este movimiento ha enfadado a Germán que no aprueba el despedido de Azucena y tiene una importante razón para hacerlo. Motivo que Raúl desconocía hasta el momento, algo que demuestra que apenas hay comunicación entre padre e hijo.
En pleno enfrentamiento, Germán recibe una importante llamada de Adolfo, el dueño de Jugueterías Uriarte, su gran competencia, para hacerle una propuesta que podría cambiarlo todo para los García Corcuera.