Hikmet quiere despedirse de todos antes de marcharse para siempre. Sus hijos se hacen los fuertes para que no les vea tristes, pero no pueden casi ni reprimir las lágrimas.
Hikmet les pide a sus hijos que se acerquen a él que quiere verlos por última vez: “Estoy muy tranquilo porque veo todos esos días felices”.
El patriarca de los Derenoğlu relata cómo será la vida de sus hijos a partir de ahora: Neriman viajará por el mundo con Ege, tras su graduación, Gülben será una escritora de éxito y escribirá una novela sobre Safiye mientras cuida de sus hijos, Safiye vivirá en un precioso jardín con Naci mientras comes manzanas rojas sin lavar y Han vivirá feliz junto a Ceylan y él hijo que con ella tendrá.
“Tal vez no he sido capaz de demostrando, pero os quiero mucho”, dice Hikmet mirando a sus hijos con orgullo.
Hikmet se quita el oxígeno y les dice a sus hijos que ha llegado la hora, no sin antes pedirles a sus hijos una última cosa: “Cuidaos los unos de los otros”.
¡Hasta siempre, Hikmet!
