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Iglesias plantea un impuestazo a la publicidad en los medios digitales para asfixiarlos financieramente

Pablo Iglesias sigue empeñado en su obsesión de acallar determinados medios de comunicación. Y en especial a OKDIARIO. Su programa electoral no ha dejado pasar la ocasión de dejar constancia de sus ganas censoras y ha recogido un nuevo impuesto: un tributo pensado para golpear a la prensa libre que sobrevive sin subvenciones y que, por lo tanto, escapa al control oficial. Y a esta prensa pretende bombardearla en su facturación con un nuevo impuesto a la publicidad digital.

La medida viene recogida con el siguiente enunciado: “Fijar un impuesto para operaciones de la economía digital que no tributan, como publicidad e intermediación online y venta de datos”. Esa publicidad on-line es la que facilita que se desarrollen medios libres sin control oficial.

El redactado del programa fiscal de Podemos da más datos, porque pretende aplicar ese impuesto en las compañías que se dedican a ese negocio cuando tengan unos “ingresos anuales totales mundiales de al menos 500 millones de euros y con ingresos en España superiores a los 3 millones de euros”.

La medida está diseñada para los grandes operadores internacionales, que son, además y en estos momentos, los grandes inyectores de ese tipo de publicidad. Entre ellos y de forma principal, Google.

La reacción será obvia: en el momento en el que esa publicidad sea más cara por culpa del nuevo gravamen o de la ampliación de los ya existentes, los medios digitales que se alimentan de ella, tendrán que disponer de una parte del margen actual porque se habrá recortado la capacidad de pago de los anunciantes.

Medidas recaudatorias

Pero, además, las obsesiones del líder de Podemos parecen destinadas a centrarse en dos facetas. La primera, en la recaudatoria. Hasta ahí, ninguna novedad, porque Podemos no desaprovecha un motivo para mostrar su voracidad fiscal contra las familias, las empresas, las herencias, los patrimonios, la banca, etc.

Pero el segundo motivo puede tener consecuencias especialmente graves en un momento en el que la revolución tecnológica llama a las puertas de todas las economías y los países que menos aticen a sus compañías bandera se harán con una posición predominante en la nueva generación de empresas tecnológicas. Y ese es el momento que ha elegido Podemos para hacer todo lo contrario: anunciar un nuevo castigo fiscal a estas empresas.

Podemos ya ha mostrado su rechazo en anteriores ocasiones hacia compañías que se basan en las nuevas tecnologías. Lo ha hecho con Airbnb, Uber o Cabify. Y ello, pese a que ha usado sus nombres para lanzar campañas contra ellas que ha convertido en un mecanismo de financiación del partido a través de su merchandising, tal y como ha publicado ya OKDIARIO. Ahora el partido morado se lanza contra todas las compañías que se benefician del desarrollo tecnológico. Todo un signo de la modernidad de su política.