El reconocido político Íñigo Errejón está viviendo una de sus semanas más duras. Este jueves 17 de enero hizo pública su unión a Manuela Carmena al renunciar a la marca Podemos para ser candidato de la Comunidad de Madrid junto a la plataforma Más Madrid. Este movimiento ha provocado un auténtico terremoto político y es que parece evidente que la decisión no ha sentado especialmente bien a diferentes dirigentes de su partido político, que no han dudado en mostrar su malestar de forma público.
Íñigo Errejón en ‘El intermedio’
En mitad de esta crisis, ‘El intermedio‘ aprovechó la ocasión para emitir la entrega de ‘Servicio público’ protagonizada por el mismo Errejón, junto a Thais Villas. En esta sección, la colaboradora lleva a diferentes rostros reconocidos de la política a realizar todo tipo de tareas totalmente opuestas a su trabajo diario para que conozcan la verdadera realidad de los ciudadanos de nuestro país. En este caso, el formato producido por Globomedia optó por convertir a Errejón en todo un leñador, lo hizo en Castillejo de Mesleón (Segovia), al que tuvo que acudir para ayudar a Marta Cacho a cortar leña en su hogar.
La cercanía que mostró Villas hizo que el político se abriese por completo y desvelase aspectos de su vida que hasta ahora eran completamente desconocidos para todos. El político dio detalles de su pasado como boy scout desde los 7 a las 17 años, lugar en el que confesó haber «disfrutado mucho (…) cantando alrededor de la hoguera» y no dudó tampoco en recitar diferentes versos que decía en su día en la formación juvenil de la que formó parte durante diez años.
Su relación con Pablo Iglesias
Pero no fue la única revelación que le hizo a la colaboradora ya que explicó que no tiene olfato: «Nací sin él. No huelo nada». El dato, que posiblemente nadie conocía, dejó totalmente impactada a Villas, quien también quiso hablar de política con él. Errejón se extendió de forma notable respecto a su relación con Pablo Iglesias, actual líder de Podemos. Confesó que «el tipo de relación entre nosotros ha cambiado mucho», ya que tienen dos formas totalmente diferentes de entender la filosofía del partido político. Pese a ello, dejó claro que «podemos convivir (…) aunque haya diferencias políticas notables». Y precisamente, convivencia es lo que tuvieron en el pasado ya que Errejón contó que ambos tenían una casa cerca del pueblo en el que estaba realizando su «servicio público». «Hablábamos de política preparando la comida, caminando en el campo y frente a la chimenea», añadió.
