Las ganas de disfrutar de su intimidad ha hecho que Amelia haya rechazado dos entradas de su suegro para ver juntos al Atleti con la excusa de que ambas tienen mucho papeleo que solucionar.
La pareja se desea a cada momento y lo que no imaginan es que esta reconciliación y la torpeza de Marcelino creará un conflicto con Marina, quién siente ser un estorbo en la vida de ambas.