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Mercedes Milá (‘Scott y Milá’): ‘Mi angustia por las audiencias nació en Antena 3 y desapareció con ‘GH»

Podría decirse que Mercedes Milá comenzó a salir del hoyo en los cuatro primeros episodios de ‘Scott y Milá‘ y ahora, en las cuatro nuevas entregas que #0 estrena este jueves 19 de septiembre, ya se encuentra radiante y en plena forma. «Hay una enorme diferencia en mí. La vez anterior, hasta que entendí lo que mi jefa quería que yo hiciera… tela. Mi suelo se movió mucho«, reconoce. El factual que proponía Zanskar Producciones era una apuesta novedosa que le llevó incluso a pasarlo «mal»: «No entendía hasta qué punto yo me tenía que desnudar».

Mercedes Milá presenta 'Scott y Milá'

Mercedes Milá presenta ‘Scott y Milá’

Accedió a todo lo que le pidieron María Ruiz y David Moncasi por una confianza «tan ciega que es hasta peligrosa». Cuando viajó al Polo Norte en ‘Planeta Calleja‘ y conoció a la primera, directora de Zanskar, pensó que con ellos se iría «al fin del mundo». «Me costó un año», recuerda en una entrevista con FormulaTV, «es dificilísimo que acepten». «Yo les decía ‘¡te estoy diciendo que te quedes conmigo en exclusividad, soy toda tuya!’ y Jesús respondía ‘esto es imposible, es una tontería'». Hacía dos años que había terminado la decimosexta edición de ‘Gran Hermano‘, ‘Convénzeme‘ no tenía vistas de ser renovado y Mercedes atravesaba un momento difícil. Su depresión apretaba: «Yo sabía que me iban a dar la tranquilidad que necesitaba».

Yo les decía ‘¡te estoy diciendo que te quedes conmigo en exclusividad, soy toda tuya!’ y Calleja respondía ‘esto es imposible, es una tontería’

«Me asustaba porque nosotros tenemos una pequeña productora muy artesanal», admite Ruiz, que veía en Mercedes «una estrella que nos venía grande«. Sin embargo, les convenzió y se pusieron manos a la obra. Tenían el rostro y tenían el programa, pero les faltaba la cadena. «Yo decía, ‘¿viniendo de la Fórmula 1 me voy a ir a Movistar+? ¿Estás loca?'», reconoce la catalana sin importarle tener al lado a Fernando Jerez, director de #0. Si le importase, no sería la Milá. La locura cristalizó en ‘Scott y Milá’. «¡Y bendita la hora!», celebra ahora, con el paso del tiempo.

El miedo de las audiencias

Acostumbrada al nervio desbocado que es el directo, estar en una plataforma de pago se traduce en «la carencia de angustia que significa estar en una generalista con una audiencia tan importante» como Telecinco. Una angustia que venía acumulándose desde hacía 30 años, cuando irrumpieron las cadenas privadas en nuestro país. «Cuando trabajaba en TVE yo ni preguntaba lo que habíamos hecho. ¿15 millones? ¿20 millones? Es que me daba igual», afirma sobre su etapa en ‘Dos por dos’, ‘Buenas noches’, ‘De jueves a jueves’ y ‘El martes que viene’. Fue en 1992 cuando fichó por Antena 3 y condujo ‘Queremos saber’, que dio lugar a momentos inolvidables de la historia de la televisión como el famoso «he venido aquí a hablar de mi libro» de Francisco Umbral.

Mercedes Milá viajará a Nueva York para profundizar en el amor

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Antonio Asensio, presidente del canal por entonces, estaba «encantado» e hizo dos temporadas. «Luego cambiamos por esta moda española tan ridícula que consiste en que un programa que va bien hay que cambiarlo y hacer otro», y comenzó ‘Más que palabras’. Justo ahí fue cuando empezó a «sentir el aliento del caballito de la audiencia». La recepción no era buena y, «por honradez», pidió su retirada. «‘¿Pero cómo vas a cortar? Tienes un contrato de varios meses y no puede ser’, me decían. Ahí empezó la angustia, que desapareció con ‘GH'», como es natural.

Existe una moda española ridícula que consiste en cambiar un programa que va bien y hacer otro

Cinco años de angustia hasta aquel 23 de abril del año 2000 en el que Ismael Beiro y compañía entraron en la casa más vigilada del país: «Te levantas al día siguiente de estrenar y la audiencia es apoteósica». «No sabes ni por qué, porque tú no sabías nada del programa», pero fue el inicio de una nueva era en la televisión y también el comienzo de la calma de Mercedes. «Pasé 16 años de mi vida gozando de esa tranquilidad y resulta que ahora la audiencia se mide de otra manera«, reflexiona la periodista.

Lo que no ha cambiado es el respaldo del público, según Jerez, que sitúa los primeros programas de ‘Scott y Milá’ como unos de los más vistos en la historia de Movistar+. Alguno, incluso, supera partidos de fútbol de primera división. La medición de la plataforma aporta tal serenidad al trabajo de Mercedes que su deseo es firme: «Espero que con este programa nos pase lo mismo que con ‘GH’ y lleguemos a muchas temporadas». «Claro que yo, con la edad que tengo, no sé cómo pretendo llegar a muchos más», bromea.

La sencillez del círculo perfecto

Movistar+ estrena este jueves el final de la primera temporada de ‘Scott y Milá’, que ya ha sido renovado por una segunda. En estos cuatro nuevos episodios abordará el amor, el feminismo, la fama y la depresión. «Son temas que no están en los titulares del día a día y, sin embargo, la gente los necesita porque son los más importantes para cada uno de nosotros», indica María Ruiz.

Mercedes y Scott con la pareja formada por María Antonia y Clara

Mercedes y Scott con la pareja formada por María Antonia y Clara

«Están retratados en la ficción pero no en el factual, porque es difícil y porque yo solo me atrevería a hacerlo dignamente con Mercedes Milá por su credibilidad, honestidad y capacidad de emocionar y empatizar con la gente», defiende la que también es «autora de Jesús Calleja». «¡Qué va! El autor de él», responde quitándose mérito. «Yo veía su gracia, su humor», rememora, y mira a Jerez. Juntos trabajaron mano a mano en Cuatro hace años: «Me pedíais un programa épico y yo veía que él iba mucho más allá de la épica, que ya estaba muy vista».

Con este buen hacer televisivo nació el mito de Calleja, que ha acabado por reinventar el de la mismísima Milá. Se cierra un círculo. «No hay nada más sencillo que un círculo perfecto». Mientras lanza esta reflexión, va dando pellizcos de su comida a su fiel Scott, que la mira con devoción. Él es el símbolo de su recuperación emocional. «Ahora, ponte y dibuja tú uno», reta distraída.