Cuando la investigación de la desaparición de las niñas de Tenerife parecía haber llegado a un punto de bloqueo un nuevo hallazgo ha rectivado la búsqueda de las pequeñas Anna y Olivia. El buque oceanográfico Ángeles Alvariño ha hallado en las profundidades marítimas una botella de oxígeno y una funda nórdica que pertenecen a Tomás Gimeno, padre de las pequeñas.
Tal y como explica el periodista Nacho Abad, fueron los propios familiares de Tomás Gimeno quienes identificaron estos dos objetos. Tomás era aficionado a la pesca sumnarina y tenía en su propiedad varias botellas de oxígeno y la funda nórdica estaba en su casa. Domicilio en el que estuvo con las niñas la tarde del 27 de abril, cuando se les perdió la pista.
El equipo de rescate encontró el nórdico atado a la parte superior de la botella de oxígeno. Apunta Abad que esto determina dos posibilidades: que el nórdico tuviese evidencias biológicas que pudiesen llevar a una solución del caso de Anna y Olivia y se quisiera deshacer de esa prueba o bien que en un extremo de la botella hubiera atado el nórdico y en el otro una de las bolsas con las que se le vio llegar al puerto deportivo esa tarde. Una hipótesis menos probable porque la bolsa hubiera ofrecido resistencia y los fardos se hubieran podido soltar.
«Fueron los propios familiares de Tomás Gimeno quienes identificaron los objetos»
Señala además el periodista Alfonso Egea que el hecho de que se prolongue la búsqueda en el fondo marino con el buque oceanográfico Ángeles Alvariño es porque los investigadores tienen un motivo de peso que han puesto sobre la mesa ante la jueza que instruye el caso.
Ahora se busca el ancla de la embarcación de recreo de Tomás Gimeno. Cree Nacho Abad que el padre de las niñas pudo usar ese ancla para lastrar más objetos así como el cinturón de buceo.
Apunta además Nacho Abad que el hecho de encontrar evidencias bajo el mar «nos acercan a una de las hipótesis que nadie quiere».
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