Para entrar en la sede de Netflix en Los Gatos, California, casi hace falta ponerse un casco. El nuevo parque de oficinas al sur de la ciudad de San Jos se le ha quedado pequeo en menos de seis meses. A los dos edificios que dan cobijo a 1.700 trabajadores se sumarn pronto otro dos ms, ahora en plena construccin.
Son un smbolo perfecto del estado en el que se encuentra la compaa, que an cuenta con un negocio de distribucin de pelculas en DVD -su origen- pero que se ha volcado completamente en el futuro digital. Crece en usuarios, crece en regiones, crece en catlogo, crece en infraestructura de red. Crece, crece y crece. Tan slo en el ltimo trimestre de 2015 -antes de su gran apertura internacional- los servidores de Netflix distribuyeron ms de 11.600 millones de horas de vdeo a sus usuarios. Ms de 75 millones de hogares tienen ya una cuenta registrada.
El mismo problema de Silicon Valley se repite en Los ngeles. La empresa tiene una pequea oficina en Beverly Hills que, al igual que el cuartel general, est a punto de reventar por las costuras. Es la oficina encargada de organizar la produccin de contenido propio, un negocio que ha crecido de forma vertiginosa al calor de xitos como House of Cards y Orange is the New Black.
A finales de este ao esa oficina se mudar a Hollywood, a un edificio con el doble de capacidad. Lo necesita. «Ahora mismo tenemos 30 series originales en catlogo y nuestro plan es doblar ese nmero este ao, sin contar documentales, monlogos de comedia y otros formatos», asegura Cindy Holland, responsable de Contenido.
Netflix comenz a producir sus propias series en 2013 con la adaptacin de la britnica House of Cards. «Comenzamos mucho antes de lo que hubiera sido necesario para el negocio porque empezamos a notar cierta preocupacin entre los proveedores de contenido y sabamos que en un futuro depender de licencias de terceras compaas podra tener un coste muy alto», asegura Holland.
Cadenas de televisin y productoras independientes empezaban a darse cuenta de que la pequea empresa de streaming de vdeos a la que cedieron los derechos de emisin se haba convertido en el referente en un modelo de negocio an no explotado: la suscripcin para vdeo por internet. Muchos empezaron a ver un competidor donde antes slo haba un socio. Adquirir los derechos para emitir ciertas series era cada vez ms costoso, o incluso imposible en ciertos territorios, as que Netflix decidi apostar por la segunda mejor opcin: crear sus propias series.
Es una apuesta que ha funcionado gracias a dos factores. El primero es la enorme coleccin de datos que Netflix atesora de sus usuarios: qu ven, cunto tiempo lo ven o cunto tardan en decidirse por una u otra serie. «La mayora no nos da grandes pistas porque lo que hemos aprendido es que los gustos del pblico son muy variados incluso para las mismas franjas de edad en las mismas regiones, pero entre todo el ruido es posible encontrar pequeas tendencias o indicaciones que aprovechamos para hacer ms atractiva nuestra oferta», asegura Tod Yellin, vicepresidente de Innovacin.
El segundo es su alcance global. Gracias a su gran distribucin -el servicio est disponible prcticamente en todo el mundo desde el pasado mes de enero- Netflix tiene acceso a nichos de espectadores que las cadenas y productores locales ignoran. Si hay un programa que resulta potencialmente atractivo para, por ejemplo, amantes de la comedia negra de animacin, Netflix tiene la misma facilidad para llegar a los de Japn, India, Dubai o Australia.
Gracias a esos datos la compaa puede tomar muchos ms riesgos que un estudio tradicional. «Es una forma de trabajar impensable en la televisin lineal y muy refrescante para el equipo creativo», asegura Marco Ramirez, productor ejecutivo de la serie Daredevil.
Netflix no siempre produce directamente sus series, sino que escucha propuestas y encarga el trabajo a terceros estudios. El nivel de implicacin depende de cada proyecto. En la serie del superhroe de Hell’s Kitchen, cuya segunda temporada est ya disponible, Marvel tiene todava una gran influencia. «A veces surgen tensiones pero siempre hemos encontrado la forma de que todos estemos contentos con el resultado», asegura Ramirez.
El nivel al que es posible aprovechar esta informacin se observa incluso en los detalles ms insignificantes del servicio. Netflix prepara para sus programas hasta seis versiones diferentes de la cartula que se prueban aleatoriamente durante las primeras semanas hasta dar con la que resulta ms atractiva para la mayora de la poblacin, la que genera ms reproducciones.
La empresa nunca dejar de ofrecer contenido de terceros. «No vamos a ser exclusivos nunca», asegura su presidente y fundador, Reed Hastings, «pero nuestra visin es global. Queremos ser tan populares en Tailandia como en EEUU y producir contenido en todos los pases que pueda distribuirse tambin en todo los pases. Y tener un catlogo global, tanto con nuestras producciones como con las de otros. Llevar tiempo, pero lo vamos a conseguir», asegura.
Crear una serie para un servicio de streaming tiene ciertas ventajas para los actores, guionistas y productores. «No necesitamos hacer recapitulaciones o esperar una semana para tener nuevos guiones y esto te permite tener una visin de conjunto del personaje», asegura Charlie Cox, protagonista de Daredevil. La ausencia de publicidad o linealidad de programacin implica tambin no tener que competir por un hueco en una parrilla. As, pueden salir adelante sus proyectos.