Al llegar la época veraniega, son muchos los rostros conocidos los que se aceran a la playa a darse un chapuzón. Uno de los que ha optado por este método para combatir el calor ha sido Nick Jonas, que seguro no esperaba que unos días de tranquilidad y desconexión se fueran a traducir en una oleada de odio en redes sociales. ¿El motivo? Parece que su físico «no es del agrado» de algunos.
Un robado en un paseo en barco, en el que han pillado al cantante en bañador y sin camiseta, ha tenido la culpa. En las imágenes se aprecia que Nick Jonas no tiene el físico definido y marcado que lucía antaño y que muchos esperaban que mantuviese, pero el comentario que más se ha repetido en las imágenes es el de «gordo» y el que apuntaba a un supuesto «flotador», y no uno de esos para no hundirse, sino que hacían mofa y escarnio con las carnes del Jonas Brother.
Ya salieron a decir que @nickjonas tiene panza y que está gordo? pic.twitter.com/h9PAwmA8Yt
— Raf!x (@rafahawke) 20 de julio de 2019
No obstante, han sido muchos los que han querido salir en defensa del cantante y alabar el físico que tiene. También, los hay que han querido poner el ojo de mira en lo tóxico que es calificar un cuerpo normal, como lo es del Nick Jonas, de gordo, con los consiguientes peligros que eso puede tener para establecer los cánones de belleza.
Jason Momoa, la víctima anterior
Jonas no está solo en esto de recibir el odio en redes, ya que Jason Momoa ha atravesado un episodio muy similar. Un robado en la playa hizo que muchos de sus fans se preguntasen dónde había quedado el físico que lucía en «Aquaman«, lo que provocó que muchos de los usuarios apuntasen a lo complicado que eran los entrenamientos a los que se tenía que someter para tener tal cuerpo y a lo difícil que era mantenerlo.
Si bien esto es importante, el punto de inflexión hay que ponerlo en la necesidad de imponer a nuestros ídolos la obligación de lucir increíbles y estupendos las 24 horas del día. Es alarmante ver como mientras las mujeres viven una época de despertar, en la que luchan por no tener que hacerlo, a los hombres se les está atrapando en el mismo cebo de las que ellas se intentan liberar.
