El amor es impredecible y nunca sabes de quién vas a acabar prendado, incluso siendo una persona muy diferente a ti. Sin embargo, en una cita a ciegas, la primera impresión puede ser muy importante para establecer una idea de tus gustos y de si esa persona encaja en tus patrones. Algo de esto es lo que le ha ocurrido a Paloma, cuya llegada a ‘First Dates‘ no ha sido tan satisfactoria como hubiera querido.
Paloma y Juan José en ‘First Dates’
Paloma aseguraba buscar una persona que le enamorara, y es que pese a haber estado casada, nunca ha sentido lo que es el amor de verdad. Juan José, su cita, se definía como «un caballero de los que quedan pocos» y un auténtico detallista. Lo cierto es que lo demostró llevándole una flor, aunque la cara de Paloma no parecía mostrar mucho entusiasmo, quien solo se limitaba a decir «muchas gracias, muy bonito, sí, señor» sin ninguna emoción en la voz.
Ella lo tenía claro en los totales. «Me gustan un poquito más altos, que se cuiden la barriguita y poco más«, confesaba con una sonrisa cómplice ante la apariencia de Juan José. Tras este encuentro, pasaron a la mesa, donde el cortejo comenzaba hablando de la procedencia de cada uno. Mientras que ella es de Madrid, él venía de León, asegurando que había ido a ‘First Dates’ «expresamente para verla».
Objetivo: enamorarla
Juan José quería suplir esa ausencia de amor de Paloma y para ello decidió comenzar hablando de hijos, algo que ambos compartían. «Me ha encantado que aunque está separado cuida de sus hijos, que para mí eso es súper importante«, confirmaba Paloma, quien parecía cambiar de parecer. «Es igual que yo«. Ambos coincidían en que estaban divorciados y habían comenzado a buscar el amor ahora que sus hijos se habían hecho mayores.
«Yo creo que sí le he gustado», comentaba ella. «Solamente con la mirada ya te dice algo». Hacia el final de la cita, Carlos Sobera se acercó para comprobar cómo estaban yendo las expectativas del encuentro, el cual parecía satisfactorio para ambos. Los dos parecían coincidir en todos los aspectos, llegando al punto de ser almas gemelas. Para terminar, quedaba por comprobar si querrían tener una segunda cita y, aunque Juan José parecía dispuesto, a Paloma la distancia le echaba para atrás, por lo que decidieron acabar como amigos.
