La familia Gómez está atravesando un bache difícil de superar. Manolita está convencida de ejercer la justicia por su mano, y va a testificar en falso para que Beltrán pase el resto de su vida en la cárcel.
Manolita ha actuado en las sombras y a espaldas de todos, y Pelayo ya no aguanta más. Ha recibido en el bar una carta de los juzgados dirigida a Sanabria: es una citación judicial para declarar contra el coronel, y le ha contado a su suegro que va a testificar en falso.
Pelayo, enfurecido, está harto de tantos secretos y mentiras de Manolita, que está llena de odio y rencor hacia el coronel, y está usando el nombre de Marisol para justificar su comportamiento.
