Roberto pasa por el interrogatorio como responsable de telecomunicaciones del Centro Nacional de Inteligencia. Lo primer que hace es aclarar su nombre: ya no es Paula. “¿No ha leído mi DNI?”, reprocha.
Quiere dar su versión de lo que ha pasado y no duda en asumir toda la responsabilidad: “Yo tengo la culpa de lo que pasó en el avión”. Explica que sólo tenían que quitar los micrófonos y salir, pero “en suelo americano todo se puede complicar”.
Además, no duda en defender y destacar todas las virtudes de Ika.
¿De qué operación habla?