Mientras Safiye entra en cólera al descubir a Gülben manipulando los periódicos, alguien llama el timbre de la casa de los Derenoglu.
Al abrir, Safiye se queda helada tras descubrir de quién se trata: él es Naci, su amor de la juventud y ahora profesor de instituto de Neriman, que se hospeda frente al edificio donde residen.
A pesar de haber estado evitando durante varios días abrir las ventanas para no cruzar mirada con él, ese esfuerzo no ha servido de nada: el pasado de Safiye regresa para tener a Naci frente a ella.