Ikea ha decidido retirar de la venta la silla de playa Mysingsö, una clásica hamaca plegable de madera y lona, tras varios accidentes en Finlandia, Alemania, Estados Unidos, Dinamarca y Australia. El gigante sueco ha solicitado a sus clientes en todo el mundo que hayan adquirido este producto que lo lleven a cualquier tienda para su reemplazo o para la devolución de lo pagado, según un comunicado de la propia compañía. Esta asegura que a partir de febrero volverá a tener la silla a la venta, pero ya mejorada.
El comunicado explica que los problemas se han detectado por clientes que decidieron lavar la lona del asiento de la silla de tijera y volver a montarla. «Puede suceder que se haga de forma incorrecta, provocando así posibles caídas o atrapamiento de los dedos», dice el comunicado.
Ikea asegura que ha recibido cinco informes sobre incidentes con esta hamaca «de caídas por montaje incorrecto. Los cinco informes incluyen lesiones en los dedos y atención médica necesaria». Tras estos informes, asegura la empresa de muebles y artículos del hogar de todo tipo, que ha hecho una investigación completa de los fallos, tras lo que ha logrado «una mejora del diseño para evitar posibles daños provocados por montajes incorrectos».
No es la primera vez que Ikea anuncia una retirada de alguno de sus productos de alimentación. Las más sonadas ocurrieron en 2013, cuando la multinacional sueca tuvo que eliminar de su carta las albóndigas, tras encontrar restos de carne de caballo, y un mes después anunciar la recogida de postres en 23 países por riesgo de contaminación fecal.
En su web tiene un apartado especial (llamado recalls) donde va lanzando advertencias sobre artículos que retira. Este año, además de las lámparas y seis tipos de chocolate, ha avisado sobre riesgos con un juguete. En 2015, avisó de un mal etiquetado en alimentación, una lamparita infantil y una cancela de seguridad que daba problemas.
