Inicio Cosas que pasan ADN: Los cráneos alargados de Paracas no serían 100 % nativo americanos

ADN: Los cráneos alargados de Paracas no serían 100 % nativo americanos

Así lo afirma un grupo de investigadores que recientemente ha llevado a cabo análisis de ADN sobre algunos de los famosos cráneos alargados.

A la izquierda el cráneo de un campesino inca del periodo de Paracas, a la derecha un cráneo alargado de la misma época. La diferencia es notable y, según los últimos análisis, no se debe a ninguna deformación artificial.

A finales de la semana pasada, en la ciudad de Los Angeles, se llevó a cabo un Simposio donde se anunciaron nuevos resultados sobre análisis practicados en los cráneos de Paracas. Los disertantes principales fueron L.A. Marzulli y Brien Foerster.

Según reporta el sitio Megalith Marvels, Foerster, escritor de varios libros al respecto y un experto reconocido en el tema, publicó la siguiente información sobre los susodichos resultados de ADN.

«Va a llevar algo de tiempo averiguar qué significan estos resultados… Lo que ciertamente muestran es que la gente de cráneo alargado de Paracas no era 100 % nativo americana. Era más bien un mejunje o, en cierta manera, una hibridación de diferente razas. Posiblemente estamos ante la presencia de una subespecie de la humanidad», explica.

El análisis de este cráneo con cabello colorado genético, arrojó que tiene un haplogrupo mitocondrial U2e, lo que ubica su lugar de origen en el Cáucaso... Muy lejos de Paracas.

El análisis de este cráneo con cabello colorado genético, arrojó que tiene un haplogrupo mitocondrial U2e, lo que ubica su lugar de origen en el Cáucaso… Muy lejos de Paracas.

«Parece haber gran cantidad de evidencia genética de que estas personas tenían lazos con Europa oriental o el occidente de Asia. Más específicamente de la zona del mar Negro y el mar Caspio. Diez muestras de sangre de cráneos de Paracas fueron analizadas y menos de la mitad arrojaron el grupo sanguíneo “O” como resultado —lo esperable si fueran simples nativos americanos—. En su lugar, un gran porcentaje era “A”, “B” o “AB”», continúa.

En base a esto, Foerster se explaya y esgrime su propia hipótesis sobre la procedencia de los seres de cráneos alargados:

Hay un número de diferentes haplogrupos que se encontraron en las pruebas de ADN de los cráneos alargados de Paracas y estos haplogrupos, que vendría a ser la ascendencia genética, no encajan con la historia de Perú de ninguna manera.

Los cráneos alargados más significativos del planeta se han hallado principalmente en Perú y en el Cáucaso, por lo que mi teoría apunta a que en la antigüedad existió una subespecie de humanos —que eventualmente llamaremos Homo sapiens sapiens Paracas— que vivía en el área entre el Mar Caspio y el Mar Negro… Fueron invadidos por alguien y entonces se vieron obligados a huir.

Al estudiar el viento y las corrientes de los océanos, pude llegar a la siguiente noción: se movieron hacia el sur hasta que encontraron el Golfo Pérsico y luego navegaron por este hasta abandonar el área. Las embarcaciones fueron llevadas por las corrientes y vientos dominantes hacia el este en el océano Pacífico, donde, al pasar los años, comenzaron a reproducirse con personas de esas latitudes, algo que explicaría por qué que estamos obteniendo una lectura tan complicada de los tipos de sangre…

Llegaron a Tahití, desde Tahití pudieron navegar hacia el sur hasta Nueva Zelanda y, una vez que arribaron a Nueva Zelanda, pudieron atrapar la corriente de Humboldt que los llevó a la costa de América del Sur. Buscaban un buen puerto para desembarcar y llegaron a la bahía natural más grande de la costa del Perú, que es Paracas, se detuvieron y allí decidieron establecerse porque casi nadie vivía allí en esa época.

Con el transcurso del tiempo tuvieron que procrear con nativos locales, de otra forma su linaje se hubiera concentrado demasiado.

En el año 100 d.C., la invasión de los nazca desde el norte provocó una matanza entre la élite de cabeza alargada.

En nuestro equipo tenemos tres médicos expertos: el Dr. Malcom Warren (quiropráctico), Rick Woodward (antropólogo) y el Dr. Michael Alday (médico), y todos declararon categóricamente que debido a las anormalidades encontradas en algunos de los cráneos alargados del cementerio Chongos en Perú, no tienen otra opción que afirmar que algunos de estos antiguos Paracas eran una subespecie de la humanidad. Tenía que ser genético, ya nacían así. Tenían el pelo rojo oscuro. La élite de Paracas eran los que tenían la cabeza alargada, no la gente nativa. La familia real de los Paracas vivía en casas subterráneas y creo que la razón era que tenían piel clara, probablemente ojos sensibles debido a la extrema luz solar.

Pero…

Hasta aquí todo parece apuntar hacia algo que se sospechaba. Sin embargo, existen algunos cabos sueltos en la reciente investigación que nos llevan a pensar que todo quedará en la nada.

Primero, es de resaltar el hecho que se haya cobrado por ver el streaming (y por posteriores DVDs con este) que el viernes pasado transmitió la conferencia en vivo con el anuncio de los resultados. Algo inaudito considerando que se trataría de la corroboración científica de las anomalías poco naturales de los cráneos de Paracas.

streaming-craneos

En segundo lugar, los autoproclamados expertos en el asunto no tienen el respaldo de la revisión por pares. Es decir, jamás estos estudios reciben el debido trato científico, por ejemplo, por parte de la división genética de alguna prestigiosa Universidad.

Tercero, no es la primera vez que se anuncia con bombos y platillos que se ha encontrado una anomalía genética en estos cráneos. Los mismos investigadores —sí, los mismos— vienen realizando diferentes análisis por lo menos desde hace 4 o 5 años (como bien puede consultarse AQUÍ).

Poster con el que se anunciaba el evento en Internet.

Poster con el que se anunciaba el evento en Internet.

Con esto no queremos desmerecer el esfuerzo de Foerster  o Marzulli, que de por sí están tratando el asunto de los cráneos desde un ángulo incómodo para el establishment, simplemente ponemos de manifiesto que hasta ahora todo parece quedar en especulaciones esperanzadoras y en futuros requerimientos de más análisis, cuando no debería ser así.

Al respecto, Foerster se defiende explicando que «los análisis de ADN siempre toman más tiempo del esperado, sobre todo debido a la falta de financiación y lo difícil que es hallar a un genetista que esté abierto a estudiar este tipo cosas a una fracción de lo que costaría normalmente».

«Solo intento hallar la verdad sobre quiénes fueron estas personas», concluye.