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Arqueólogos descubren un «tesoro de hechicera» en Pompeya

Entre la vasta variedad de fascinantes objetos se encuentran cristales, piedras de ámbar y amatista, botones hechos de huesos, y amuletos que incluyen escarabajos de oriente, muñecas, campanas, puños, pequeñas calaveras e incluso falos en miniatura.

Los expertos creen que estos objetos, pequeños y detallados, pudieron ser utilizados en rituales de fertilidad, seducción, o simplemente para atraer la buena suerte a su portador.

Uno de los amuletos es un pequeño cristal que tiene grabado a Dioniso, el dios del vino, la fertilidad y el éxtasis religioso. Otro tiene grabado un sátiro danzante. Entre los objetos se hallan representaciones de cráneos, falos, escarabajos, y Harpócrates (la deidad del silencio y los secretos), de acuerdo al Parque Arqueológico de Pompeya.

Todo esto pertenecía probablemente a una mujer, ya fuera utilizado como joyería o para protegerla de la mala suerte. «Los arqueólogos que estudian el lugar están ahora estudiando el simbolismo de cada amuleto para entender su verdadero significado y función», dijo Massimo Osanna, el director general de las excavaciones.

«Estos objetos estaban presentes en el mundo de una mujer de esa época y son extraordinarios porque cuentan micro-historias, biografías de los habitantes de la ciudad que intentaron escapar de la erupción», agregó.

Los amuletos fueron encontrados en los restos de una caja de madera en una de las habitaciones de la llamada «Casa del Jardín», un sitio en la actual excavación de Pompeya. No es claro si la mujer dueña de los amuletos escapó a la terrible erupción del Vesubio, como muchos residentes hicieron de acuerdo a la evidencia de asentamientos en ciudades cercanas. Si lo hizo, aparentemente no tuvo tiempo de llevarse consigo su caja con amuletos.

La caja de madera obviamente se ha descompuesto durante los 2.000 años posteriores a la erupción, pero el material volcánico que la rodeo mantuvo la forma rectangular. Los arqueólogos hallaron las bisagras de bronce de la caja, además de los amuletos preservados en su interior.

Osanna piensa que los objetos pertenecían a una sirviente o esclava en lugar de la dueña de la casa, ya que no se encontró el oro que la gente acaudalada de Pompeya adoraba llevar consigo. «Pudieron pertenecer a colgantes que fueron usados durante rituales en lugar de haber sido accesorios para lucir elegante», concluye.

Fuente: Live Science/Daily Mail.