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Astrónomos rompen récord al medir distancia de un objeto situado en la otra punta de la galaxia

Los astrónomos casi han duplicado el récord anterior para una medición de distancia dentro de nuestra galaxia, allanando el camino para un mapa galáctico completo.

Los investigadores han sido capaces de localizar una guardería de estrellas en «Scutus Centaurus», uno de los brazos espirales de la Vía Láctea.

Los investigadores han sido capaces de localizar una guardería de estrellas en «Scutus Centaurus», uno de los brazos espirales de la Vía Láctea.

Los humanos hemos detectado y medido objetos a 13.300 millones de años luz, en lo que es el borde del universo observable. Entonces, ¿por qué es tan difícil medir objetos situados al otro lado de la Vía Láctea, que se extiende tan solo por 100.000 años luz?

La respuesta tiene que ver con la ubicación. El Sistema Solar está a medio camino dentro de uno de los brazos masivos de la espiral de la galaxia, por lo que nuestra perspectiva se limita a un plano. Es como si estuviéramos parados, estáticos, en medio de un bosque intentando cartografiarlo; los árboles no nos permitirían ver el bosque entero. De igual manera, la Tierra no se mueve lo suficientemente rápido como para que sus habitantes tengan diferentes perspectivas del cielo en sus vidas. Es por esto que las constelaciones lucen igual hoy que como lo hacían hace miles de años.

Tal como los árboles de la anterior analogía, el polvo, el gas y las estrellas obstruyen nuestra visión de aquellos objetos lejanos dentro de la misma galaxia.

No obstante, podemos voltearnos y mirar alrededor para entender mejor el bosque que nos rodea y cómo parece moverse a medida que cambiamos nuestra perspectiva. Este fenómeno, llamado paralaje, es lo que hace que nuestro dedo de la mano «salte» cuando lo ponemos frente a la nariz y cambiamos el ojo con el cual lo vemos.

Para conseguir sus resultados, los investigadores utilizaron técnicas de interferometría por radio y ensayaron un nuevo método para determinar las distancias de objetos que están al otro lado de la galaxia.

Para conseguir sus resultados, los investigadores utilizaron técnicas de interferometría por radio y ensayaron un nuevo método para determinar las distancias de objetos que están al otro lado de la galaxia.

«La mayoría de las distancias en astronomía son extrapolaciones de datos sobre el brillo de diferentes objetos», explica Tom Dame, investigador del Centro de astrofísica Harvard-Smithsonian en Massachusetts y coautor de la nueva medición récord. «A menudo los científicos tienen que utilizar una distancia para calibrar la de otro objeto situado más lejos, y repetir el proceso múltiples veces. Pero usar el paralaje trigonométrico nos ahorra esa dependencia».

Es así que los investigadores se valieron de esta técnica para medir la distancia de una «guardería de estrellas» llamada G007.47+00.05, situada en la zona opuesta de la Vía Láctea. El instrumento utilizado fue el VLBA, un sistema de radiotelescopios operado desde Socorro, Nuevo México, que permitió medir —a través de la interferometría por radio— el aparente cambio en el firmamento desde diferentes puntos de la órbita de la Tierra alrededor del Sol.

El VLBA no es sólo un telescopio, sino más bien 10 antenas de radio repartidas por Norteamérica, Hawái y el Caribe. A diferencia de la luz óptica, las ondas de radio pueden pasar sin obstáculos a través del polvo interestelar.

El VLBA no es sólo un telescopio, sino más bien 10 antenas de radio repartidas por Norteamérica, Hawái y el Caribe. A diferencia de la luz óptica, las ondas de radio pueden pasar sin obstáculos a través del polvo interestelar.

G007.47+00.05 se encuentra a 66.500 años luz. La medición récord anterior era de 36.000 años luz.

«La mayoría de las estrellas y gas de nuestra galaxia se encuentran dentro de esta distancia lograda», dijo Alberto Sanna, autor principal del estudio publicado e investigador del Instituto Max Planck de Radioastronomía en Alemania. «Con el VLBA ahora somos capaces de medir suficientes distancias como para trazar un mapa preciso de los brazos espirales y comprender su verdadera forma».