Inicio Cosas que pasan Bruno Gulotta, un padre joven que dio la vida por su hijo

Bruno Gulotta, un padre joven que dio la vida por su hijo

Bruno Gulotta, de 35 años, estaba paseando por La Rambla con su mujer Martina, de 28, y sus dos hijos: Aria, de apenas siete meses, colgaba de su madre acurrucada en una mochila; Alessandro – que con sus seis años empezará la escuela primaria en septiembre – trotaba agarrado a la mano del padre. La serenidad de esta joven familia de vacaciones en los días del Ferragosto fue truncada de repente, cuando de la muchedumbre salió la furgoneta arrollándolo todo. Gulotta se puso por delante de su hijo: salvó al pequeño pero él fue atropellado de pleno y murió, según el relato de su esposa a los compañeros de trabajo. 

Fue ella, Martina, la que llamó en la tarde del jueves a los compañeros de trabajo del marido, que con tristeza y paciencia cuentan a periódicos y televisiones italianos quién era este profesional, padre y marido. Gulotta vivía y trabajaba en Legnano, cerca de Milán. Era director de marketing en Tom’s Hardware, una revista digital especializada en tecnología. Una pequeña empresa de jóvenes apasionados de informática, donde amistad y trabajo se juntaban y fortalecían día tras día. No tenía ni treinta años cuando se incorporó a Tom’s Hardware. “Era curioso, atento y lleno de entusiasmo” dijo el director Pino Bruno a la cadena SkyTg24. A pocos metros de la redacción, surgía su hogar, la casa que compartía con Martina y los dos niños.

En la página web de la sociedad apareció esta mañana un emocionado saludo“Bruno, que era un punto de referencia para todos los que le conocimos. Era nuestro pilar”. Roberto Buonanno, quien firma la esquela del amigo, cuenta:“Llevaba siempre consigo un kit de emergencias para ordenadores. Era capaz de solucionar cualquier problema, en cualquier momento, aunque no fuera su competencia. Bruno era una persona generosa y con un corazón grande. Sabía conducir una vida familiar rica y una brillante carrera profesional con un equilibrio que siempre le voy a envidiar”, escribe Buonanno en el portal, que hoy lleva un lazo negro como señal de luto.

“Descansa en paz – cierra el amigo – siempre te vamos a recordar. Fuiste maestro de vida,y te prometo que voy a aprender mucho incluso de tu último acto en la vida”.