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Científico de Harvard sugiere que nuestro universo fue creado en laboratorio

¿Somos el experimento de una civilización inimaginablemente superior?

Crédito: OblivionDawn.

Avi Loeb, científico de Harvard y ex presidente del departamento de astronomía de Harvard, presentó un artículo de opinión en Scientific American esta semana afirmando que el universo podría haberse formado en un laboratorio por una «civilización tecnológica avanzada». De ser cierto, piensa que la historia del origen unificaría la idea religiosa de un creador con la idea secular de la gravedad cuántica.

«Dado que nuestro universo tiene una geometría plana con una energía neta cero, una civilización avanzada podría haber desarrollado una tecnología que creó un universo bebé de la nada a través de un túnel cuántico», escribió Loeb.

Civilización de clase A

Una de las ideas más interesantes planteadas en un artículo repleto de ellas es el sistema de clasificación de civilizaciones. A diferencia de la escala de Kardashov, se mide por la capacidad de una civilización para reproducir las condiciones astrofísicas que llevaron a su existencia y no por su capacidad energética.

Loeb dijo que, como civilización tecnológica de bajo nivel, los humanos son de clase C (o una civilización que depende de su estrella anfitriona).

Dado que un universo autorreplicante solo necesita poseer una sola civilización de clase A, y tener muchas más es mucho menos probable, el universo más común sería aquel creado por esta clase.

Si nuestra tecnología progresa hasta el punto en que podemos volvernos independientes del Sol, seríamos de clase B. Si podemos crear nuestros propios universos bebés en un laboratorio (como nuestros creadores teóricos), seríamos de clase A.

Por supuesto, hay una gran cantidad de cosas en nuestro camino; el mayor obstáculo es nuestra incapacidad para crear una «densidad suficientemente grande de energía oscura dentro de una región pequeña», explicó el astrofísico. Sin embargo, si llegamos allí, ¡podremos unirnos a nuestros creadores teóricos en la clase A!

En cualquier caso, la teoría es convincente, humillante y un poco aterradora también. Y si también hay que creer en las teorías pasadas de Loeb, es probable que tampoco seamos los únicos que están buscando el estatus de clase A.

Fuente: Scientific American. Edición: MP.