La idea es que los familiares que no pudieron dar el último adiós al difunto tengan la oportunidad de hacerlo a modo de cierre emocional, aunque sea con el equivalente digital de la persona simulado por una inteligencia artificial.
¿Puede la creación de réplicas digitales de las personas fallecidas brindar consuelo o, en última instancia, resulta en una desconexión de la realidad y una negación del proceso natural de luto? Crédito: Black Mirror.
A lo largo de la historia narrativa, desde la mitología griega antigua hasta historias modernas como Cementerio de Animales (1983), traer de vuelta a los seres queridos perdidos se ha considerado generalmente como un gran no.
Como cuentan estos relatos, devolver la vida a los muertos resultará en la resurrección de una silueta horrible, o al menos una silueta vacante, vacía, de lo que supo ser la persona en vida. A menudo, el intento de resurrección destruye al nigromante, ya sea por la mano de alguna fuerza macabra o simplemente por la angustia adicional de perder a un ser querido dos veces.
Teniendo en cuenta este linaje milenario advertencias literarias, no es terriblemente difícil entender por qué algunos pueden encontrar inquietante la tecnología del duelo, las nuevas empresas que tienen como objetivo embotellar a los seres queridos fallecidos o moribundos en algoritmos, en teoría preservándolos para siempre. Tal vez es por eso que la mayoría de las empresas que operan en el espacio tecnológico del duelo comercializan su trabajo como un medio de preservación, en lugar de resurrección —cargando escritos, recuerdos y grabaciones de voz en un servicio, y creando una versión algorítmica de la persona con la que pueden interactuar los amigos y familiares sobrevivientes—.
Justamente ahí es donde un próximo servicio llamado Seance AI (Seance es la palabra en inglés para ‘sesión espiritista’) se destaca. Está construido por un laboratorio de desarrollo de software llamado AE Studio, donde su creador, un diseñador llamado Jarren Rocks, no se avergüenza de la sencillez del nombre del producto.
Y mientras que otras compañías a menudo evitan cualquier implicación mística o espiritual, Rocks se inclina por completo hacia eso —y según él, es muy intencional—.
We’re launching Seance AI on May 23rd as a way to commune with past loved ones via AI.
Sign up to get early access:https://t.co/JH2mkYvmxW
— AE Studio’s Same Day Skunkworks (@DailySkunkwork) May 18, 2023
«Estamos tratando de hacer que suene lo más mágico y místico posible», declaró Rocks al sitio especializado Futurism, diciendo que el nombre es una llamada de atención sobre cuán avanzada se ha vuelto la tecnología de modelo de lenguaje grande (LLM).
Después de todo, los LLM como ChatGPT (Seance AI funciona con la API de OpenAI) son simulacros convincentes. Las personas están formando lazos parasociales profundos con ellos. Por lo que si un usuario está buscando una conversación final con alguien que ha perdido, tal vez sea mejor darle un producto que afirme descaradamente que le permite una breve conversación con el difunto —un cierre—, en lugar de hacerle creer que el difunto está encerrado en la «máquina».
Un tablero Ouija con IA
Rocks también enfatiza la brevedad de las sesiones. A menudo, después de una pérdida, las últimas palabras o momentos que tuvo con alguien, buenos o malos, quedan grabados en su memoria. Y en muchos casos —un accidente, digamos—, a menudo no hay un adiós en absoluto. Rocks compara su producto con un tablero Ouija generado por IA para el cierre, en lugar de un medio de inmortalidad.
«Esencialmente, está destinado a ser una interacción corta que puede proporcionar una sensación de cierre. Ahí es realmente donde está el enfoque principal aquí», explicó. «No está destinado a ser algo a muy largo plazo. En su estado actual, está destinado a proporcionar una conversación para el cierre y el procesamiento emocional».
Según cuenta el mito griego, la ninfa Eurídice fue asesinada pocas horas después de casarse con el músico Orfeo. Consumido por el dolor, Orfeo viajó al inframundo para encontrar a su difunta esposa, donde interpretó una canción tan triste que sus gobernantes, Hades y Perséfone, le dijeron al músico que él y Eurídice podían regresar, aunque con una condición: tenía que esperar hasta que regresaran a la tierra de los vivos para darse la vuelta y ver a su novia. Orfeo no resistió y miró para atrás a Eurídice, quien entonces se vio obligada a regresar al Inframundo. Orfeo la perdió de nuevo.
En otras palabras, lo que sea que te dé Seance AI no es realmente tu ser querido. Es solo un psíquico digital, convocando brevemente una representación digital del difunto para que los vivos puedan tener una última conversación.
De hecho, el fundador incluso admite que en el estado actual de Seance AI, de todos modos no puede mantener una conversación larga.
«Para conversaciones cortas, creo que se siente decentemente humano. Pero se desmorona un poco cuando comienzas a notar las repeticiones», dijo Rocks. «Sigue un patrón, realmente no sabe exactamente lo que está pasando».
La plataforma desde la cual se podrá contratar el servicio se lanzará el próximo 23 de mayo y tendrá un modelo de pago por sesión, tal como si fuera una de espiritismo.
