DARPA, la división de investigación del Pentágono, tiene planes de enviar una nave espacial propulsada por un reactor nuclear en órbita tan pronto como en 2025.
Crédito: DARPA.
Es un proyecto ambicioso, no solo porque involucra nueva tecnología de propulsión, informa New Scientist, sino porque los ingenieros en realidad no creen que el cohete sea lo suficientemente poderoso como para escapar de la atracción gravitacional de la Tierra. En cambio, el cohete nuclear se pondría en órbita a cuestas de otro, desde el cual puede impulsarse a un destino secundario.
Puesto de avanzada orbital
Suena casi cómico poner tanto énfasis en un cohete que no puede abrirse camino hacia el espacio, pero ese no es realmente el punto. En cambio, la tecnología de propulsión espacial térmica nuclear (NTP) haría que las naves espaciales y los satélites que ya están en órbita sean más fáciles de maniobrar y reposicionar.
«En el aire, en tierra y en el mar, la maniobrabilidad es una capacidad crítica», dijo el gerente del proyecto de DARPA, Nathan Greiner. «La propulsión térmica nuclear nos dará esa agilidad en el espacio».
Viaje rápido
Un sistema NTP exitoso también facilitaría llegar rápidamente a la Luna o Marte, lo que haría que el asentamiento o al menos el establecimiento de puestos avanzados de investigación a largo plazo en otros mundos fuera mucho más factible y seguro para los astronautas que estarían expuestos a peligrosos rayos cósmicos durante el tiempo de viaje.
Por supuesto, DARPA realmente necesita llevar el cohete de propulsión nuclear al espacio antes de que pueda ayudar con algo de eso. Y aunque lanzar un reactor nuclear a la atmósfera suena arriesgado, New Scientist informa que el uranio poco enriquecido es en realidad más seguro que el plutonio que actualmente alimenta el rover Perseverance de la NASA en Marte.
