Un nuevo estudio descubrió que hace unos 9.400 años, los cazadores-recolectores en lo que hoy es Brasil crearon decenas de impresionantes diseños de arte rupestre junto a las huellas de dinosaurios que datan del período Cretácico (hace 145 a 66 millones de años).
Algunos petroglifos en el sitio de Serrote do Letreiro fueron creados a unos 10 centímetros de las huellas de dinosaurios. Crédito: Leonardo Troiano.
Los investigadores piensan que los antiguos humanos colocaron intencionalmente el arte rupestre junto a las pisadas de los dinosaurios, ya que muchos de los petroglifos están entre 5 a 10 centímetros de las marcas fosilizadas y algunos hasta parecen ser ilustraciones de las propias huellas.
«Las personas que crearon los petroglifos estaban muy conscientes de las huellas, probablemente seleccionando la ubicación precisamente por ellas», dijo el primer autor del estudio, Leonardo Troiano, arqueólogo del Instituto Nacional de Patrimonio Histórico y Artístico de Brasil. «Hubiera sido imposible pasar por alto su presencia».
Diferentes morfotipos de huellas tridáctilas del afloramiento, todas interpretadas como pertenecientes a dinosaurios terópodos (A-F). (D) y (F) muestran huellas en estrecha asociación con petroglifos. Las barras de escala = 10 cm. Crédito: L.P. Troiano et al., Scientific Reports, 2024.
El sitio arqueológico, conocido como Serrote do Letreiro, está a unos 11 kilómetros del centro urbano del municipio de Sousa, en el estado nororiental de Paraíba. Está cerca del Valle de los Dinosaurios, un área de conservación conocida por sus cientos de huellas fosilizadas.
Varios tipos de dinosaurios
De acuerdo al nuevo estudio, publicado este mes en la revista Scientific Reports, se sabía sobre las pisadas de dinosaurios fosilizadas en la zona desde principios del siglo XX, pero el arte rupestre apenas se había mencionado brevemente a lo largo de los años.
«Aunque ya se tenía conocimiento de al menos una antigua talla por los Kiriri —el principal grupo indígena en el interior del noreste de Brasil—, la proximidad entre los petroglifos y las huellas de dinosaurios nunca había sido documentada», comentó Troiano, quien realizó la investigación con un grupo de estudiantes de secundaria que visitaron el sitio en 2023.
Las expediciones a Serrote do Letreiro incluyeron a arqueólogos, paleontólogos y estudiantes de secundaria. Las expediciones a Serrote do Letreiro incluyeron a arqueólogos, paleontólogos y estudiantes de secundaria. Crédito: Renan Chandu.
Su equipo señaló que las huellas pertenecen a varios tipos de dinosaurios, como terópodos carnívoros, saurópodos de cuello largo y ornitópodos bípedos, incluidos los dinosaurios iguanodontianos. La similitud de las huellas con las del ñandú (Rhea americana), el ave más grande de Brasil, pudo haber facilitado que las personas antiguas reconocieran e interpretaran estos restos fósiles.
Dos técnicas artísticas
Los petroglifos, en su mayoría grabados de círculos llenos de líneas y otros trazos geométricos, se atribuyen a humanos que vivieron en la región en algún momento entre hace 9.400 y 2.620 años.
«Eran pequeños grupos seminómadas de cazadores y recolectores que vivían en sociedad y usaban objetos hechos de piedras», detalló Troiano. «No encontramos restos orgánicos que hubieran permitido la datación por radiocarbono, así que comparamos el arte con sitios arqueológicos en la región con arte rupestre similar o idéntico. Por ejemplo, los petroglifos en sitios como Pedra do Alexandre, aproximadamente a 200 km al oeste de Serrote do Letreiro, datan de hace unos 9.400 años, según análisis de radiocarbono de entierros humanos».
(A) Fotografía aérea del afloramiento. (B) Mapa esquemático digital del mismo afloramiento, resaltando las huellas de terópodos en blanco y los petroglifos en naranja oscuro. Barra de escala = 2 m. La flecha indica el norte. Crédito: L.P. Troiano et al., Scientific Reports, 2024.
Los humanos antiguos hicieron los grabados recién descritos con dos técnicas: perforación y raspado.
«La perforación implica usar una especie de martillo de piedra para crear depresiones en la superficie, parecidas al punteado, mientras que el raspado consiste en frotar una piedra contra la superficie hasta que forme el grabado deseado. En algunos casos, se combinaron ambas técnicas para mejorar la visibilidad y la profundidad», explicó Troiano.
Fuente: Live Science. Edición: MP.
