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Después de 40.000 terremotos en cuatro semanas, un volcán islandés finalmente entró en erupción

Un volcán inactivo cerca de la capital de Islandia, Reykjavik, entró en erupción el viernes (19 de marzo), lanzando lava hacia el cielo nocturno después de miles de pequeños terremotos en las últimas semanas. 

La erupción ocurrió cerca de Fagradalsfjall, una montaña en la península de Reykjanes, a unos 30 km (19 millas) al suroeste de Reykjavik. Esta fue la primera erupción en la península desde el siglo XII.

La península ha sido testigo de más de 40.000 terremotos en las últimas cuatro semanas. Sin dudas, un gran salto con respecto a los 1.000-3.000 terremotos registrados cada año desde 2014.

La erupción inicial del volcán ocurrió a las 2045 GMT (hora local) y, después de unas cuatro horas, la lava cubrió aproximadamente un kilómetro cuadrado o casi 200 campos de fútbol.

Así fluía la lava este sábado desde el volcán Fagradalsfjall, en la península de Reykjanes. El volcán inactivo desde hace mucho tiempo entró en erupción el viernes por la noche. Crédito: Guardia Costera de Islandia.

«Puedo ver el cielo rojo brillante desde mi ventana», dijo Rannveig Gudmundsdottir, un residente de la ciudad de Grindavik, a solo 8 km (5 millas) de la erupción, según citó la agencia Reuters. «Todos aquí se suben a sus autos para conducir hasta allí».

La Oficina Meteorológica de Islandia (OMI) clasificó la erupción como pequeña y, de acuerdo a la institución, no representó un peligro inmediato para las personas en Grindavik o para la infraestructura crítica.

Se liberó algo de gas y la lava fluyó por ambos lados, pero las autoridades dijeron que los residentes de la región no estaban siendo evacuados. Crédito: Hildur Hlín Jónsdóttir/AP.

Una fisura de 500 a 750 metros (547 a 820 yardas) de largo se abrió en el sitio de la erupción, arrojando fuentes de lava de hasta 100 metros (110 yardas) de altura, informó Bjarki Friis de la oficina meteorológica.

Como el viento soplaba del oeste, se pidió a los habitantes de la ciudad de Thorlakshofn, al este del sitio de la erupción, que permanecieran en el interior para evitar la exposición a los gases del volcán, agregó el Departamento de Protección Civil y Manejo de Emergencias de Islandia. Asimismo, el aeropuerto internacional Keflavik de Reykjavik no se cerró después de ocurrido el fenómeno, pero cada aerolínea tuvo que decidir si quería volar o no.

Islandia se encuentra entre las placas tectónicas euroasiática y norteamericana, que son las más grandes del planeta. Esto convierte al país insular en un punto caliente sísmico y volcánico, ya que las dos placas se mueven en direcciones opuestas.

Fuente: DNA. Edición: MP.