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Encuentran el atlas anatómico más antiguo del mundo en China

Una serie de textos chinos de 2.200 años, escritos sobre seda y sepultados en tumbas, contienen el atlas anatómico más antiguo que haya sobrevivido hasta nuestros tiempos.

Los textos fueron descubiertos dentro de tumbas en Mawangdui, un yacimiento arqueológico chino situado en Wulibei, a pocos kilómetros al este de Changsha en la provincia de Hunan. Marcado por dos túmulos en forma de silla (mawang es una deformación de ma’an 馬鞍 ‘silla’), el sitio fue excavado entre 1972 y 1974. Se descubrieron tres tumbas de la época de los Han Occidentales (c. 190-168 a.C.) y que contenían las momias del marqués de Dai, de su esposa (Momia Lady Dai) y de su hijo.

Cubiertas por entre 16 y 20 metros de tierra compacta, las tumbas estaban rodeadas de capas de carbón y arcilla blanca que mantuvieron un grado de humedad constante, asegurando una preservación sorprendente en tan largo espacio de tiempo de objetos de madera lacada (estuches de aseo con trípode, jarrones, cucharas, paletas, copas y vasos, jarras, bandejas, abanicos) y de piezas de seda. Entre estas últimas, vestidos, una banda funeraria pintada y numerosos rollos manuscritos (boshu 帛書) relacionados en su mayor parte con la corriente taoísta, entre ellos los más antiguos documentos conocidos sobre medicina china.

Tumbas donde se encontraron los textos.

Ahora, un equipo de la Universidad de Gales liderado por la investigadora Vivien Shaw ha publicado un estudio donde se argumenta que los textos sobre medicina son en realidad «el atlas anatómico más antiguo del mundo».

«Los textos desafían la creencia generalizada de que no existe un fundamento para la anatomía de la acupuntura, al mostrar que los primeros médicos que escribían al respecto lo hacían sobre el cuerpo físico», señalan los investigadores.

Interpretando los textos

Los caracteres chinos son difíciles de entender. «Las habilidades necesarias para interpretarlos son diversas, se requiere primero leer el chino original, y en segundo lugar llevar a cabo investigaciones anatómicas que permitan la revisión de las estructuras referidas», se lee en el estudio.

Pero si son leído con atención, puede distinguirse la palabra «meridianos» en referencia a parte del cuerpo humano. Por ejemplo, el texto dice (traducido) que un meridiano comienza «en el centro de la palma, va a lo largo del antebrazo entre los dos huesos que siguen directo a lo largo de los tendones, viaja debajo del tendón del bicep, hacia la axila, y se conecta con el corazón».

Los investigadores sostienen que esta descripción de «meridiano» se refiere en realidad al camino de la arteria ulnar, la rama terminal interna de la arteria humeral.

Otro ejemplo de este antiguo texto describe un «meridiano» en el pie: «Comienza en el dedo gordo y corre a lo largo de la superficie intermedia de la pierna y el muslo. Conecta el tobilla, la rodilla, y el muslo. Viaje a lo largo de los abductores del musco, y cobre el abdomen». Este «meridiano» se estaría refiriendo, de acuerdo al nuevo estudio, al camino de la vena safena interna, la cual conduce la sangre de las piernas de vuelta al corazón.

El equipo concluye que los textos «representan uno de los atlas anatómicos más tempranos de la historia, diseñado para proveer una descripción concisa del cuerpo humano para los estudiantes y médicos de la ancestral China».

Restos sagrados

A pesar que el cuerpo humano y sus restos eran considerados sagrados en la antigua China, aquellos cuerpos de malhechores no siempre recibían estos honores. Los investigadores creen que los médicos de antaño diseccionaban los cuerpos de los prisioneros para ayudarles a entender la anatomía humana. Por ejemplo, el Han Shu (‘Libro de Han’), un tomo que cubre la historia de la Dinastía Han, registra la disección de un criminal llamado Wang Sun-Qing en el año 16 d.C.

Hasta ahora, el atlas anatómico del cuerpo humano más viejo conocido era de Grecia, armado por médicos como Herofilo (335-280 a.C.) y Erasístrato (304-c.250 a.C.); empero, la mayoría de sus textos se han perdido y ahora son solo conocidos a través de otros escritores de la antigüedad. Como resultado, estos textos chinos recientemente identificados, que sí han sobrevivido, han tomado el primer puesto.

Fuente: Live Science. Edición: MP.