Son increíbles. Mágicos. Pero quizás lo más fantástico de los sueños lúcidos, en los que el soñador se da cuenta de que está soñando, es lo realistas que parecen. Y ahora los investigadores creen haber encontrado una manera química de inducirlos.
Crédito: Jr Korpa.
Lamentablemente, solo la mitad de nosotros experimentamos sueños lúcidos en nuestras vidas, y los esfuerzos para desencadenar el fenómeno han arrojado resultados mixtos. Pero un estudio publicado en 2018 reveló una de las formas más efectivas de inducir sueños lúcidos hasta el momento.
Sobre la base de su propia investigación anterior, los investigadores de la Universidad de Wisconsin-Madison y el Lucidity Institute en Hawái querían investigar cómo los químicos llamados inhibidores de acetilcolinesterasa (AChEls) podrían promover los sueños lúcidos.
Se cree que el neurotransmisor acetilcolina ayuda a modular el sueño REM, y los AChEls ayudan a que este compuesto se agregue en el cerebro inhibiendo una enzima (llamada acetilcolinesterasa) que inactiva la acetilcolina.
Da la casualidad de que un fármaco común utilizado para tratar la disminución de la memoria en la enfermedad de Alzheimer —conocido como galantamina— es un AChEI de acción rápida con solo efectos secundarios leves, por lo que los investigadores reclutaron a 121 participantes para ver qué efecto tenía el fármaco en su capacidad de tener y recordar sueños lúcidos.
Vale la pena señalar que estos voluntarios no fueron solo personas comunes, sino entusiastas con un interés establecido en los sueños lúcidos, que también se habían capacitado con protocolos de inducción de sueños (incluida la conocida como técnica MILD).
Cuando este entrenamiento cognitivo se combinó con galantamina, comenzaron a suceder cosas lúcidas.
Los resultados
Durante tres noches consecutivas, los participantes tomaron dosis crecientes del medicamento, comenzando con un placebo, luego 4 mg, luego 8 mg en la última noche.
Cada noche, los participantes se despertaban 4.5 horas después de que se apagaban las luces, practicaban sus técnicas de inducción de sueños, ingerían su cápsula y volvían a dormir.
La combinación de la técnica de inducción junto con la medicación para el Alzheimer parece de hecho ayudar a desencadenar sueños lúcidos, y la dosis más alta produjo un resultado más fuerte.
Escena de la película ‘Inception’.
Mientras tomaban el placebo «activo» (0 mg de galantamina pero aún usando la técnica MILD), el 14 por ciento de los participantes informaron un sueño lúcido, pero esto aumentó al 27 por ciento cuando se consumieron 4 mg, y aumentó al 42 por ciento con 8 mg. dosis.
«Este protocolo combinado dio como resultado que un total de 69 de 121 participantes (57 por ciento) tuvieran con éxito un sueño lúcido en al menos una de cada dos noches con una dosis activa de galantamina», escribieron los investigadores en su artículo de 2018. «Es uno de los métodos más efectivos para inducir sueños lúcidos conocidos hasta la fecha y es prometedor para hacer que los sueños lúcidos estén disponibles para una población más amplia».
Esto es importante, porque además de permitir a las personas disfrutar de sueños fantásticos donde pueden ayudar a controlar lo que sucede, la investigación también podría ayudar a explicar los vínculos entre los sueños lúcidos y la conciencia, y ayudar a las personas a enfrentar sus miedos y procesar el trauma mientras duermen de manera segura.
«Este nuevo método finalmente tiene la tasa de éxito que necesitamos para poder realizar una investigación adecuada sobre los sueños lúcidos», explicó a New Scientist en ese momento el psicólogo Denholm Aspy de la Universidad de Adelaide en Australia, quien no participó en el estudio. .
Hasta que se sepa más sobre la seguridad de esta técnica, nadie debería experimentar con galantamina por su cuenta. Pero una vez que se haya realizado más investigación, estos hallazgos pueden, en última instancia, atraer a un mundo casi ilimitado de diversión y aventuras imaginarias.
«Mientras pasaba mi mano por una pared de ladrillos… podía sentir la textura gruesa y el contorno de los ladrillos individuales», dijo uno del equipo, el neurocientífico cognitivo Benjamin Baird de la Universidad de Wisconsin-Madison, recordando su propia experiencia con la galantamina. «Es como entrar en la holocubierta de Star Trek, donde puedes tener cualquier experiencia imaginable que elijas».
