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Graham Hancock regresa de «las puertas de la muerte»

El conocido arqueólogo disidente Graham Hancock, uno de los mayores defensores de la postura científica alternativa conocida como «teoría de la correlación de Orión» —que dice que las pirámides de Guiza fueron alineadas con dicha constelación hacia el 10.800 a.C.—, ha sufrido convulsiones fuertes que lo llevaron a estar en «las puertas de la muerte».

Graham Hancock es autor, entre otros, de libros como 'Las Huellas de los Dioses' (1995).

Graham Hancock es autor, entre otros, de libros como ‘Las Huellas de los Dioses’ (1995).

En mayo, Hancock se encontraba haciendo una investigación de campo en Nuevo México para un futuro libro cuando sufrió una de las convulsiones. Tras creerse recuperado, la semana pasada volvió a tener otra serie de convulsiones en su casa en Bath, Reino Unido.

«Luego de pasar la mayoría de la semana en las puertas de la muerte, pensé en aprovechar estar oportunidad para contarles a mis amigos, lectores, aliados y críticos, lo que me ha estado sucediendo», explicó en su perfil de Facebook.

Los ataques fueron tan fuertes que los médicos se vieron obligados a poner a Hancock en un coma inducido e intubarlo por 48 hs. Las causas fueron más tarde atribuidas al uso prolongado de una medicación para la migraña llamada sumatriptan. «Me inyectaba una docena de veces por mes y lo he estado haciendo por más de 20 años», reconoce el autor, quien agrega que «la migraña por sí misma ya es un factor de riesgo para la epilepsia».

La teoría de Correlación de Orión fue formulada por Robert Bauval y Adrian Gilbert y publicada por primera vez en 1989.

La teoría de Correlación de Orión fue formulada por Robert Bauval y Adrian Gilbert y publicada por primera vez en 1989.

La visión histórica alternativa de Hancock acerca de la vida hace 13.000 años recientemente recibió cierto respaldo académico, cuando el estudio de una antigua escultura en Göbekli Tepe, Turquía, determinó que la misma fue diseñada por una civilización más avanzada de lo que se creía, que logró registrar en la piedra el impacto devastador de un cometa hacia el 10.950 a.C…

Esta fecha «mágica», la misma que Bauval y Hancock sostienen para la construcción de las pirámides, se repite astroarqueológicamente en monumentos ancestrales de otras culturas, que parecen haber sido ideados y orientados de tal forma que oficiaran como un duradero registro en piedra de eventos trascendentales. En este caso, Hancock sugiere la existencia de una civilización madre avanzada que se encargó de repartir su sabiduría y técnicas de construcción alrededor del mundo.