Se esperaba que fuera, al menos por un corto tiempo, «el objeto más brillante del cielo nocturno después de la Luna», sin embargo, el equipo detrás del satélite artificial ruso ha dado a conocer esta semana que el reflector solar que le iba a otorgar su característico brillo falló en abrirse.
El satélite Mayak fue lanzado desde el aeropuerto espacial de Baikonur el pasado 14 de julio, a bordo del cohete Soyuz 2.1a.
En un artículo publicado en Geektimes, el ingeniero Alexander Shayenko cita a una combinación de errores que pudieron llevar a la falla en el satélite, incluyendo «cálculos incorrectos y problemas con la aplicación desarrollada para el artilugio».
«Ahora que Mayak está en órbita, lo más probable es que no sea visible para los astrónomos profesionales o amateurs, y es nuestro trabajo averiguar el porqué», agrega Shayenko.
Mayak, un proyecto realizado gracias a la inestimable ayuda del crowdfunding, ha sido diseñado por estudiantes del Instituto Politécnico de Moscú, y su objetivo era iluminar otros satélites para calcular su magnitud aparente, como así también combatir la basura espacial al probar una estructura en forma de paracaídas que disminuya las órbitas de los escombros para quemarlos en la atmósfera de nuestro planeta
El proyecto recibió varias críticas en su momento, entre ellas que iba a arruinar los cielos oscuros para todos aquellos observadores en tierra, algo que, como hemos visto, no ocurrió debido a un presunto fallo técnico.
