¿Qué habrá allí abajo?
Crédito: NASA/JPL/UARIZONA.
El Mars Reconnaissance Orbiter (MRO) de la NASA detectó algo bastante extraño en la superficie marciana: un pozo profundo, que aparece en forma de un oscuro punto de aproximadamente 180 metros de ancho en imágenes tomadas por la cámara HiRise del orbitador.
Después de ajustar el brillo de la imagen, que se tomó originalmente el 24 de enero de 2020, los resultados tomaron por sorpresa al equipo de HiRise de la Universidad de Arizona. «El suelo del pozo parece ser de arena suave y se inclina hacia el sureste», escribió el geofísico de la NASA Ross Beyer en una publicación la semana pasada.
Tubos de lava
Existe una posibilidad intrigante sobre el agujero. Los científicos detrás del descubrimiento ahora están tratando de averiguar si el pozo profundo podría conectarse a una red de túneles subterráneos dejados por canales de lava de flujo rápido, muy parecidos a los que se encuentran en el Parque Nacional de los Volcanes de Hawái.
Los investigadores han sospechado durante mucho tiempo que los volcanes antiguos pueden haber dejado grandes tubos de lava cavernosos en la superficie de Marte. De hecho, algunas de estas supuestas cavernas podrían ser lo suficientemente grandes como para albergar bases planetarias enteras, proporcionando a los futuros colonos protección contra el duro entorno de la superficie marciana —o, quién sabe, acceso a ciudades marcianas intraterrenas—.
«La esperanza era determinar si se trataba de un pozo aislado o si era un tragaluz en un túnel, muy parecido a los tragaluces en los tubos de lava de Hawái», escribió Beyer. «Obviamente, no podemos ver ningún túnel en las paredes visibles, pero podrían estar en las otras paredes que no son visibles».
Cartografía de cuevas
La nave espacial de la NASA ha detectado posibles claraboyas como la que describe Beyer. En 2012, por ejemplo, el MRO tomó fotografías de claraboyas —sospechadas de entradas a cuevas— de hasta 225 metros de ancho.
Afortunadamente, la agencia ya está trabajando en drones voladores que eventualmente podrían usarse para mapear estas cavernas en el futuro, porque una cosa está clara: un rover como Perseverance no es probable que sobreviva a una caída en un gigantesco pozo de oscuridad —pero sí probablemente podría descender hasta allí el helicóptero que lo acompañó—.
