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La proyección del clima para 500 años en el futuro es bastante caótica

El Amazonas podría convertirse en un desierto infernal y el Medio Oeste de los Estados Unidos en una jungla tropical.

Izquierda: Amazonas en la actualidad y en el año 2500 (abajo). Derecha: Medio Oeste de EE.UU. en la actualidad y en el año 2500. (Lyon et al., 2021), CC BY-ND.

Con el cambio climático, tendemos a preocuparnos por el presente —como si los huracanes están empeorando—. Pero también por el futuro a mediano plazo —por ejemplo, ¿cómo será el planeta en el año 2100?—.

Sin embargo, si miramos unos cientos de años más en el futuro, es probable que el mundo parezca totalmente extraño, tanto que no lo reconoceríamos y parecería otro lugar de la galaxia.

Para el año 2500, el Amazonas podría convertirse en un infierno y el Medio Oeste de Estados Unidos podría convertirse en una jungla tropical, según un nuevo conjunto de proyecciones climáticas de gran alcance que un equipo de científicos climáticos de varias universidades canadienses y británicas publicó en el revista Global Change Biology el viernes pasado.

Y si bien es una investigación alarmante, de ninguna manera podría considerarse como un vaticinio inevitable. Aunque sí es una mirada sombría sobre las repercusiones a largo plazo de la industrialización humana y uno de los posibles escenarios que podría generar.

El planeta de los nietos de los recién nacidos

Muchos modelos climáticos predicen el cambio ambiental hasta el año 2100, por lo que tiene sentido que intentemos comprender cómo será el mundo más adelante, argumentaron los investigadores en un ensayo publicado en The Conversation.

«Esto es sorprendente porque las personas que nacen ahora solo tendrán 70 años para el 2100», escribieron los científicos. «¿Cómo será el mundo para sus hijos y nietos?».

Anomalías de la temperatura media global del aire cerca de la superficie (líneas continuas) y del aumento termostérico del nivel del mar (líneas punteadas) en relación con la media de 2000-19 para los escenarios RCP6.0, RCP4.5 y RCP2.6. Las regiones sombreadas destacan los horizontes temporales de interés y sus años de referencia nominales. El panel inferior muestra anomalías espaciales en relación con la media 2000-19 para los climas 2100, 2200 y 2500 bajo los tres RCP. (Lyon et al., 2021).

Mirar tan lejos en el futuro es un asunto bastante especulativo, señalaron los autores. Pero sí encontraron que sus proyecciones se alinean con modelos robustos existentes para el futuro más cercano, lo que otorga más credibilidad a sus predicciones.

A medida que las temperaturas continúen aumentando, descubrieron los científicos, gran parte del planeta se volverá inhóspito para los humanos y las costas continuarán siendo remodeladas por el aumento del nivel del mar, lo que provocará grandes cambios en términos tanto de la geografía como de la sociedad humana.

Subcontinente indio: la imagen superior es una escena de aldea agraria ocupada de siembra de arroz, uso de ganado y vida social. La segunda es una escena actual que muestra la combinación de cultivo de arroz tradicional e infraestructura moderna presente en muchas áreas. La imagen inferior muestra el futuro de las tecnologías de adaptación al calor, incluida la agricultura robótica y los edificios ecológicos con una presencia humana mínima debido a la necesidad de equipos de protección personal. (Lyon et al., 2021), CC BY-ND.

«Además, encontramos que el estrés por calor puede alcanzar niveles fatales para los humanos en las regiones tropicales que actualmente están muy pobladas», escribió el equipo. «Estas áreas podrían volverse inhabitables».

En última instancia, los investigadores esperan que se demuestre que están equivocados. De hecho, terminaron su ensayo con una súplica para reducir drásticamente las emisiones de carbono o enfrentar las consecuencias.

«La Tierra de nuestras proyecciones de alto nivel es ajena a los humanos. La elección que enfrentamos es reducir urgentemente las emisiones, sin dejar de adaptarnos al calentamiento del que hasta ahora no podemos escapar como consecuencia de las emisiones, o empezar a considerar la vida en una Tierra muy diferente a esta», concluyeron.

Fuente: The Conversation. Edición: MP.