«La espantosa vista de la catedral de Notre Dame en llamas a las 5.50 pm hora de París, el lunes 15 de abril de 2019 parecía una profecía de Nostradamus que cobró vida», circula en varias notas en Internet que se hacen eco de un artículo publicado por la astróloga Jessica Adams en su blog. Sin embargo, como veremos aquí, la cuarteta del profeta no hace referencia a la ocurrido hoy en París.
La cuarteta de Nostradamus en cuestión es la siguiente:
La cabeza de Aries, Júpiter y Saturno,
Dios eterno, ¿qué cambios se pueden esperar?
Después de un largo siglo, el mal regresará.
Francia e Italia, ¿por cuántas emociones pasaran?
Muy oportunamente, la astróloga que la interpreta y achaca a su manera, relaciona la palabra «emociones» con una declaración del presidente francés, quien mencionó dicha palabra en su cuenta de Twitter al lamentarse por la situación en el corazón de París. Posteriormente presenta una carta astrológica para el 15 de abril de 2019, intentando hacer coincidir —forzosamente cabe destacar— los planetas y el signo zodiacal mencionado con los cielos de Notre Dame.
En cuanto a la parte de Italia, se va por la tangente con los escándalos de pedofilia, condenas de algunos cardenales y demás ralea del clero en dichas tierras —algo que no tiene mucho que ver con el incendio de un edificio considerado Patrimonio de la Humanidad—.
Más allá de estas elucubraciones, la cuarteta mencionada corresponde a otro hecho histórico, según se lee en el libro Las Profecías Completas de Nostradamus, se refiere en realidad a Luis XIV y la Guerra de Sucesión Española en 1702. En dicha fecha «hubo una conjunción entre Júpiter y Saturno en la constelación de Aries». Es decir, el profeta predijo «el agitado y extenso siglo que siguió, que culminó en Francia invadiendo Italia en 1802 y Napoleón autoproclamándose como rey de la misma en 1805».
Cada vez que un hecho de cierto valor histórico sucede, es común que la gente elucubre con predicciones de aquí y de allá, muchas veces sin cotejar fuentes o investigar si realmente existe una mínima relación entre la supuesta visión profética y el hecho.
Por Arkantos Khan.
