Inicio Cosas que pasan Misteriosa escritura antigua es descifrada casi un siglo después de su descubrimiento

Misteriosa escritura antigua es descifrada casi un siglo después de su descubrimiento

Los hallazgos, basados en un conjunto de antiguas vasijas de plata, proponen un nuevo método para decodificar los símbolos de la antigua escritura conocida como elamita lineal, la cual consiste en unos 80 símbolos escritos en columnas verticales de arriba abajo y de izquierda a derecha.

Piedra perforada con inscripciones en elamita lineal, de las colecciones del Louvre.

Uno de los códigos más difíciles de descifrar es un antiguo sistema de escritura. Comprender los jeroglíficos egipcios requirió el afortunado hallazgo en 1799 de la Piedra de Rosetta, que tradujo un decreto demótico (el idioma de los antiguos egipcios cotidianos) al griego y los jeroglíficos. Aun así, el erudito francés Jean-Francois Champollion trabajó más de dos arduas décadas para dar sentido a los extraños símbolos egipcios.

Hoy en día, solo un puñado de escrituras milenarias siguen siendo ilegibles. Gracias a un equipo de académicos europeos dirigido por el arqueólogo francés Francois Desset, finalmente podría descifrarse uno de los últimos reductos: el elamita lineal, un oscuro sistema utilizado en lo que ahora es Irán.

Pulsera adornada con un par de cabezas de león encontradas en Susa.

El elamita lineal es un silabario derivado del protoelamita, usado entre el 2500 y el 2220 a.C., llamado así a causa de sus registros similares a los del lineal cretense. Es conocido por inscripciones en apenas unos 40 documentos relacionados con transacciones económicas encontrados en Susa, un antiguo oasis urbano y la capital de Elam, que supo ser uno de los primeros lugares en utilizar símbolos escritos en su bulliciosa sociedad.

No obstante, esta escritura solo había sido descifrada parcialmente…

El «premio gordo» para descifrarlo

Pero eso ha cambiado ahora, o al menos así lo proclama Desset, quien obtuvo acceso a una colección privada de Londres de jarrones de plata inusuales con muchas inscripciones en escritura cuneiforme y elamita lineal.

Estos objetos fueron excavados en la década de 1920 y vendidos a comerciantes occidentales, por lo que se ha cuestionado su procedencia y autenticidad. Pero el análisis de las vasijas encontró que eran falsificaciones antiguas en lugar de modernas. En cuanto a su origen, Desset cree que se encontraban en un cementerio real a cientos de kilómetros al sureste de Susa, datado en torno al año 2000 a.C. —justo en la época en que se usaba la escritura lineal elamita—.

Inscripciones en elamita lineal en una vasija de plata. Crédito: F. Desset.

Según el nuevo estudio, los jarrones de plata representan los ejemplos más antiguos y completos de inscripciones reales elamitas en escritura cuneiforme. Pertenecían a diferentes gobernantes de dos dinastías.

«La yuxtaposición de inscripciones en las vasijas las convirtió en “el premio gordo” para descifrar el elamita lineal», explicó Desset.

Cuadrícula de los 72 signos alfa-silábicos descifrados en los que se basa el sistema de transliteración del elamita lineal. Para cada signo se muestran las variantes gráficas más comunes. Los letreros azules están atestiguados en el suroeste de Irán, los rojos en el sureste de Irán. Los signos negros son comunes a ambas áreas. Crédito: F. Desset.

Algunos nombres propios escritos en cuneiforme ahora podrían compararse con símbolos en elamita lineal, incluidos los nombres de reyes elamitas conocidos, como Šilhaha. Al rastrear símbolos repetidos que probablemente eran nombres propios, el profesor francés pudo dar sentido a las inscripciones, que viene en una variedad de formas geométricas. También tradujo verbos como «dio» e «hizo».

Gran descubrimiento arqueológico

Después de un análisis más detallado, Desset y sus coautores afirmaron que podían leer 72 símbolos lineales de elamita, o más del 96 por ciento de los conocidos. «Incluso si todavía no se puede afirmar un desciframiento completo, principalmente debido al número limitado de inscripciones, no estamos muy lejos», escriben los expertos en su artículo publicado en la revista Zeitschrift für Assyriologie und vorderasiatische Archäologie.

La piedra de Rosetta exhibida en el Museo Británico de Londres. Sus inscripciones permitieron descifrar los jeroglíficos egipcios.

«Este es uno de los principales descubrimientos arqueológicos de las últimas décadas», dijo Massimo Vidale, arqueólogo de la Universidad de Padua que no participó en la investigación. «Se basó en el mismo enfoque del avance de Champollion: identificar y leer fonéticamente los nombres de los reyes».

Queda el arduo trabajo de traducir los textos individuales. Parte del desafío es que el idioma elamita —que puede haber sido hablado en la región durante más de 3.000 años— no tiene parientes conocidos, lo que dificulta saber qué sonidos podrían representar los símbolos.

Fuente: Smithsonian. Edición: MP.