Un asteroide que de estrellarse pudo haber borrado una ciudad del tamaño de Nueva York, «rozó» la Tierra a una velocidad cercana a los 9 kilómetros por segundo. Los astrónomos de la NASA lo detectaron un día después.
La roca espacial, llamada 2017 VL2, es del tamaño de una ballena azul y su trayectoria la acercó a solo 117.480 kilómetros de nuestro planeta —un tercio de la distancia entre la Tierra y la Luna—.
La amenaza espacial fue observada por primera vez por el observatorio Mauna Loa en Hawái a las 11:24 UTC del pasado 10 de noviembre. Sin embargo, esta ya se encontraba en su camino de salida, habiendo logrado su mayor acercamiento a las 9:50 del 9 de noviembre.
De haber impactado contra una ciudad en la Tierra, el asteroide habría dejado un cráter de 6 km y causado grandes estragos.
«La roca espacial mide entre 16 y 32 metros de diámetro, y pertenece al grupo de asteroides Apolo», explica el sitio The Watchers. «No volverá a pasar cerca de la Tierra hasta el año 2125».