La imagen tomada por un fotógrafo parece mostrar un objeto cilíndrico, en forma de puro, sin embargo, el Proyecto Grudge (antecesor del Blue Book) de la Fuerza Aérea de EE.UU. concluyó que en realidad era solo la luna.
Recientemente te dimos la primicia sobre un llamativo artículo presentado por el astrofísico Avi Loeb y el jefe de la oficina de investigación de fenómenos aéreos no identificados del Pentágono, Sean Kirkpatrick. En él, los investigadores expresan que existe la posibilidad de que naves nodrizas extraterrestres portadoras de sondas más pequeñas visiten planetas de nuestro sistema solar —incluyendo, obviamente, la Tierra—.
Esto ha llevado al debate en la comunidad ufológica y más allá de esta, con algunos internautas reflotando antiguos casos donde se habrían avistado o fotografiado este tipo de naves, a las que a menudo se le achaca un gran tamaño y una forma cilíndrica.
Por ejemplo, ha resurgido el caso de un supuesto objeto fotografiado en los cielos de Manhattan en marzo de 1950. De acuerdo a un documento desclasificado (bajo estas líneas), la toma fue lograda por un fotógrafo de Underhill Studio desde el puente de Queensboro entre las 17:30 y 18:00 hs. La meta era lograr una buena escena para una postal encargada por un cliente.
Sin embargo, algo extraño apareció en el cielo al revelar las fotografías.
«[nombre censurado] declaró que no notó ningún objeto en el aire anterior o después de tomar la fotografía en cuestión, pero tampoco cree que el objeto es producto de un defecto del filme o la lente de la cámara», se lee en el documento, donde también se agrega que la Fuerza Aérea recibió varias copias y sus negativos, con imágenes adicionales tomadas momentos antes que no muestran el presunto objeto cilíndrico.
Luego de analizarla, los investigadores del Proyecto Grudge (1948-1952) de la Fuerza Aérea —sucesor del Proyecto Sign y antecesor del Blue Book— concluyeron que el objeto que se ve en el cielo era nada más y nada menos que la luna.
«La forma inusual es causada por el movimiento de la luna durante el tiempo de exposición (probablemente de 5 a 10 minutos). La variación de luminosidad a lo largo de la imagen probablemente fue causada por nubes que taparon la luna durante porciones de este tiempo», dice un documento enviado al Director de Inteligencia en Washington D.C. que forma parte del informe.
«El 20 de marzo a la hora indicada, una luna creciente bien definida mostraba solo una pequeña porción iluminada. Esto es una confirmación para la conclusión anterior», se añade.
La explicación de la Fuerza Aérea parece bastante lógica y aceptable. Aún así, no convenció a todos por varias razones. Por ejemplo, el por qué alguien que sabe de fotografía no se daría cuenta de este efecto de exposición hasta la hora del atardecer cuando fue tomada. Otros argumentaron que la luz crepuscular aún presente en la atmósfera en el atardecer no permitiría que la luna se muestre tan brillante.
Por último —y más allá de la naturaleza de lo observado en la foto de Manhattan—, cabe destacar que ese mismo año hubo reportes de avistamientos de misteriosos objetos cilíndricos en los cielos. Uno de ellos tuvo lugar tan solo semanas antes, cuando un sargento y un cabo de la Base Kirtland de la Fuerza Aérea en Nuevo México observaron «un objeto metálico plateado de forma cilíndrica».
Aún más atrás, en febrero de 1950, dos pilotos con miles de horas de vuelo avistaron «dos objetos cilíndricos iluminados» desde el aeropuerto de Falmouth, en Teaticket, Massachusetts.
¿Acaso fueron naves nodrizas alienígenas lanzando sondas de exploración como sugirieron hace poco Loeb y Kirkpatrick?
Por MysteryPlanet.com.ar.
