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¿Por qué se toma caña con ruda el 1 de agosto?

El 1 de agosto es el Día de la Pachamama. Y en buena parte de Sudamérica —pero especialmente en la Argentina— existe la extendida tradición de tomar ese día caña con ruda. Aquí te contamos su historia, explicación, consejos y preparación.

Caña con ruda.

«Julio los prepara y agosto se los lleva» era, ya a principios del siglo XVIII, una frase del vulgo que trataba de entender porqué la alta incidencia de mortalidad a esta altura del año. Sin duda, las deficiencias habitacionales, la falta de profilaxis y cuidados de la salud, la mala alimentación; en fin, la carencia de una farmacopea efectiva sumado a la intensidad del invierno austral eran razón suficiente.

Fue en ese entonces que, pese al desprecio que la cultura europeizante tenía por lo indígena comenzó a reparar en algo que llamaba poderosamente la atención: incluso ante las condiciones de explotación, de vida casi subhumana impuesta por el yugo español, en estas fechas los indígenas guaraníes —desguarecidos y peor alimentados— tenían un índice de mortalidad sensiblemente menor a las «clases civilizadas».

Observar esto y buscar en su cultura algún remedio «mágico» fue lo que llevó a los criollos a «descubrir» la caña con ruda.

¿Creencia popular? No: Sabiduría Ancestral

La costumbre —está dicho— comenzó en época remota con los guaraníes, pero en el incesante intercambio cultural que los pueblos de esta Abya Yala prehispánica tenía, se había extendido también a otras etnias, al punto que fue el contacto con la cultura Aymara y Wari primero e Inka después, lo que impuso su consumo el 1° de agosto del calendario gregoriano, pues ese es el Día de la Pachamama —celebrado con absoluta solemnidad en todo el Gran Sur, especialmente en su templo de Pachacamac (Perú)—.

El sincretismo entre la bebida como recurso salutífero y el gesto sacro de beber tres tragos en ayunas en esa fecha revela hasta qué punto se sumaba el enriquecimiento mutuo, no excluyente, de estas culturas.

La costumbre de la celebración de la Pachamama (la madre Tierra) incluye ceremonias de agradecimiento y pedidos de buena suerte y salud al preparar caña con ruda para tomar el 1° de agosto.

Muy tardíamente, a fines del siglo XIX, se comienza a popularizar la costumbre de prepararlo en la previa Semana Santa para consumir en agosto, aunque estamos totalmente convencidos, en el curso de nuestra investigación, que ese detalle fue una maniobra —si motivada conscientemente o fruto de la fértil imaginación popular— para hacerla más «socialmente digerible» por la pacata sociedad filocatólica de entonces… y de después también. Pero que, quede claro, no es condición insalvable su preparación en Semana Santa: el sentido original de esta espirituosa bebida se vincula a una fecha en particular —con toda su carga simbólico astrológica— y su preparación.

Preparación

Hoy, basta con macerar unos días en caña dulce un poco de ruda macho. Originalmente, tenía todo otro proceso, consistente en mezclar alcohol etílico con agua hervida (o agua mineral) en proporciones que varía según el gusto del consumidor. Es recomendable agregar alcohol en un 25 % para evitar que la bebida resulte muy fuerte. Hasta no hace mucho tiempo se utilizaba directamente caña paraguaya, porque estimaban en el nordeste que era de alta calidad.

Luego se maceran las hojas de ruda macho, volcando la pasta que se forma en el interior del recipiente que contiene la «caña» o preparado casero. Esta operación deberá realizarse varios días antes, para obtener buena mezcla de ingredientes, lo que hace más efectiva la «medicina».

El autor de este artículo en Pachacamac (Perú), desde donde irradió la celebración el 1º de agosto.

Realizada la mezcla, quemar azúcar en una taza o bol pequeño, hasta obtener caramelo. Así caliente se vierte en el recipiente en cantidades que varían según el color que se quiere del preparado. Cuanto más caramelo se agregue, más oscura será la caña con ruda.

Y el primero de agosto, a beber esos tres tragos con fe. Que también suma.

Por Gustavo Fernández. Edición: MP.